GARA > Idatzia > Kolaborazioak

Aitor Bezares y Alaitz Etxebarria (*) Junteros alaveses de ANV-EAE

Crisis institucional en Araba

La solución no está en las matemáticas, sino en el diagnóstico que se realice sobre la situación política en Araba

La designación del candidato del PNV como diputado general en Araba ha provocado que la Juntas Generales arabarras hayan abandonado, aunque sea por un día, su anonimato y su tono gris habitual.

Hemos oído a un flamante nuevo diputado general que lo importante en este territorio es buscar a toda costa la estabilidad de las instituciones. Pero que nadie se engañe, estabilidad entendida de modo que su Gobierno en la Diputación, al igual que los anteriores, pueda vegetar al margen de la situación política o incluso a favor del statu quo existente. Tiene precedentes en los gobiernos del señor Ormazabal o en el del señor Rabanera.

La izquierda abertzale hizo todo lo que estuvo en su mano por no dejar la Diputación Foral de Araba en manos constitucionalistas. Por responsabilidad política y por el bien del herrialde más allá de intereses partidistas. No obstante, ya habíamos dicho que nuestro principal miedo era que, con tal de gobernar, el PNV de Gerenabarrena iba a tener los mismos escrúpulos que el de Imaz a la hora de pactar con el PSE de Prieto, es decir, ninguno. Ese pacto no llegó antes del pleno de investidura porque Prieto aún se veía a sí mismo con posibilidades de gobernar, no por falta de voluntad por parte del PNV. Tras la toma de posesión de Agirre, el PNV no ha tardado ni un día en desvelar a brazos de quién le llevan sus intenciones de pacto. A los brazos del PSE, como antes de las elecciones ya predijo la Izquierda Abertzale, demostrando que los distintos PNV no son tan diferentes cuando la poltrona está en juego. Ahora Agirre nos vende la moto de la transversalidad y de los pactos incluyentes para justificar de mala manera su deriva ideológica.

Es decir, lo que plantean en nuestro territorio se resume en una premisa muy sencilla, «tú me apoyas en Diputación y yo te apoyo en el Ayuntamiento de Gasteiz». El nada edificante espectáculo que vimos los días previos al nombramiento del Diputado General seguirá interpre- tándose en los próximos días y meses, donde los programas y proyectos no cuentan, entre otras cosas porque coinciden en un noventa y nueve por ciento, y únicamente se tira de calculadora. Así, PNV y PSE continuarán su cortejo a la alavesa, mientras el PP rebufa a modo de Otelo enfurecido. EA y también EB-Aralar seguirán jugando probablemente ese papel de intermitentes complementos estéticos que permiten a un gobierno ese toque de modernidad e incluso de izquierdas tan valioso cuando lo que pretende es ocultar que ya se están preparando los proyectos de negocio y las influencias para los próximos cuatro años.

Volvemos a señalar que la solución no está en las matemáticas, sino en el diagnóstico que se realice sobre la situación política en Araba y en las vías que como consecuencia de ello se propugnen. Desde luego no hace falta ser un lince para observar la situación de crisis institucional en que se encuentra nuestro territorio. Como en el resto de Euskal Herria, esto no podía ser de otro modo, en cuanto que el marco autonómico instaurado hace 30 años lleva más de dos años finiquitado oficialmente, cuando las instituciones públicas son una caricatura de democracia como resultado de la ley de partidos, o cuando está pendiente sine die la posibilidad de que los territorios vascos puedan decidir libremente sobre su futuro.

Por ello, la solución a la crisis institucional en Araba, como en Nafarroa, Gipuzkoa o Bizkaia, no pasa por tirar de calculadora sino por abordar el problema político de fondo con todas sus consecuencias. Las Juntas Generales de Araba están en una encrucijada, o abordan este debate o se dedican al negocio puro y duro.

Si no se resuelve el problema de fondo, la necesidad de un cambio político en profundidad, estaremos sembrando las semillas de la perpetuación del conflicto político de Euskal Herria.

Por ello, vistos los primeros pasos del diputado general y del resto de formaciones políticas en Araba, la izquierda abertzale quiere cumplir el compromiso asumido con la sociedad alavesa para provocar un cambio radical en las instituciones alavesas y conseguir que éstas se comprometan en la búsqueda de un marco verdaderamente democrático para nuestro país. Cualquier gobierno que se constituya en la Diputación al margen de ello tendrá enfrente a nuestro grupo juntero que hará una dura oposición no sol efectuando propuestas de izquierda y abertzales (como las ya presentadas en torno a la constitución de un departamento de euskera en la Diputación o a la democratización de la Vital Kutxa), sino recordando todos los días que la solución es posible y que un buen punto de partida puede ser la propuesta para un marco democrático basada en una autonomía para los cuatro territorios que ha presentado la Izquierda Abertzale.

(*) Junto con Aitor Bezares y Alaitz Etxebarria, firman este artículo los también junteros alaveses de ANV-EAE Beñat Mendiguren, Iñaki Usategi y Jose Antonio Garrido «Biki»

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo