El plan australiano para luchar contra los abusos sexuales a menores aborígenes será más caro de lo que se estimó en un principio. El proyecto, que se presentará hoy en el Parlamento, fue anunciado en junio y se esperaba que costase unos 309 millones de euros, pero tras calcular su coste, el ministro de Asuntos Indígenas, Mal Brough, indicó que éste será «más caro». Brough espera que el Parlamento apruebe el plan esta misma semana y aseguró que el primer ministro, John Howard, se ha comprometido a financiarlo.

Según el informe que dio pie a este plan, el abuso del alcohol, el desempleo, la pobreza y otros factores empeora la situación de los menores en las comunidades aborígenes, donde el Gobierno pretende prohibir el alcohol y la pornografía.