Un velero arrastrado por vientos de galerna embarrancó este verano en el dique inacabado de Punta Galea, del que hace veinte años se construyeron cien metros del trazado junto al acantilado, además de tres kilómetros de la escollera sumer-gida y el tramo final en la bocana del puerto que emerge co- mo faro.

En «Los grandes problemas infraestructurales de Bizkaia», publicado en febrero de 1983 por la Diputación de Bizkaia, respecto a la ampliación del puerto se afirmaba que «El dique de abrigo de Punta galea es el complemento lógico al dique de Punta Lucero, con vistas a conseguir la protección máxima frente a la acción del oleaje en el Abra de Bilbao. (...) La protección del Abra es insuficiente hasta tanto no se termine el proyectado dique de Punta Galea. (...) Una de las principales ventajas que puede conllevar la terminación de las obras del dique de abrigo de Punta Galea es que, al presentar todo el área del Abra como zona suficientemente protegida ante los peores temporales, permite ordenar desde el punto de vista portuario e industrial, una gran extensión».

En cuanto a las playas de Ereaga y Arrigunaga (no cita la de Las Arenas), se decía que «son susceptibles de relleno en condiciones favorables para obtener aprovechamientos industriales y portuarios. Desde el punto de vista de la salud pública, puede afirmarse que estas dos playas son hoy inviables e incluso en los mejores supuestos de recuperación ecológica del entorno de la ría de Bilbao, estas dos playas son atípicas. Sin embargo, la eliminación como lugar de esparcimiento de estas dos áreas, concurridas por una población importante, que carece de alternativas válidas en similares condiciones económicas, plantea dos problemas a resolver: la creación de espacios verdes con equipamento deportivo adecuado y la promoción de otras playas próximas, mediante la generación de medios de transporte colectivo. La primera solución conlleva la sustitución de las actuales playas por áreas ganadas al mar mediante relleno, donde se ubiquen instalaciones deportivas (pisci-nas, etc.) y zonas verdes, congruentes con los futuros apro- vechamientos portuarios e industriales (...)».

Quizá la Diputación, Lakua y Madrid hayan renunciado definitivamente al desarrollo portuario de la margen derecha del Abra, y quizá hayan solucionado la protección de la margen izquierda sin contar con el dique de Punta Galea; o quizá no... El caso es que las obras realizadas en éste continúan perjudicando el acceso al puerto. De cualquier manera, conviene recordar que cuatro años antes unos ilustres políticos y tecnócratas -algunos en activo-, por encargo de la Diputación de Bizkaia, y dando ejemplo de irracionalidad y prepotencia, proyectaron dedicar las playas de Getxo a actividades industriales, instalan- do a cambio piscinas y jardines. Mientras las institucio- nes no decidan derribar el dique de Punta Galea, sería in- correcto descartar el futuro desarrollo portuario industrial de la margen derecha. Estas cosas ocurren porque para los que mandan el negocio es lo primero.