IMANOL INZIARTE

Si bien no puede hablarse todavía de ajustes de cuentas al estilo mafioso, con Al Capone como patrón del tenis mundial, el «affaire Davydenko», surgido la pasada semana, ha desatado algunas lenguas sobre la posible presencia destacada del «crimen organizado» al borde de las pistas.

Como en las mejores novelas, el asunto arrancó con una lesión en un pie producida en Polonia, pasó por la suspensión del pago de apuestas en Londres antes de regresar a las pistas en Montreal. Todo aderezado con la conferencia «secreta» de un mafioso arrepentido, el pasado marzo en Miami.

El pasado 2 de agosto, el ruso Nikolay Davydenko, número 4 del mundo, disputaba la segunda ronda del torneo de Sopot (Polonia). Frente al argentino Martín Vassallo, 83 del mundo, Davydenko se llevó el primer set con facilidad (6-2). Pero la continuación fue más difícil y cayó en la segunda manga por 6-3. Y en el tercero, con 2-1 en contra, Davydenko prefirió retirarse argumentando una lesión en un pie.

Al día siguiente, la casa de apuestas Betfair decidió suspender los pagos relativos a este encuentro, obligando a la ATP -asociación que rige el circuito profesional- a abrir una investigación oficial. Según Betfair, antes del partido y durante el primer set se habían apostado unos 5 millones de euros, unas diez veces el total de lo que se suele jugar en un partido de este tipo. E incluso mientras dominaba el tenista ruso seguían elevándose las apuestas a favor de su rival.

De los rumores a los hechos

Con torneo en Quebec esta semana, la ATP concentra la atención tanto por el nuevo duelo entre el suizo Roger Federer y el mallorquín Rafael Nadal como los partidos amañados. Y todos los que siguen el circuito tienen sus historias para contar. Que si tal jugador ha sido visto tratando amigablemente con un conocido mafioso durante un torneo, que si otro ha perdido partidos sin dar la impresión de querer ganar... ¡Cuántos rumores sobre hechos pasados!

Por contra, el checo Tomas Berdych, número 10 del mundo, ha sido bien preciso, con hechos concretos sobre los temores de la ATP. A finales del pasado marzo, en Miami, la ATP «alquiló» los servicios de un notorio arrepentido de la mafia de Nueva York, Michael Franzese, para poner a los jugadores en guardia. «Asistimos y él nos habló de su vida, de todas las cosas malas que le sucedieron con la gente de la mafia», relató Berdych el lunes pasado.

«Imaginad una situación en la que ellos (los mafiosos) vienen a verte y te ofrecen dinero por perder. Tu dices `o.k., éste es un torneo de mierda'. Y ahí comienza lo malo. Si ellos regresan durante otro torneo y les dices que no, empiezan los problemas», explicaba Franzese.

El propio Federer fue invitado a opinar sobre el asunto el domingo. Reticente en principio, el líder del circuito sí lanzó seguidamente algunas impresiones, subrayando que la corrupción sería peor que el dopaje. «Algunas veces, estas historias salen de los propios vestuarios. Davydenko no me parece que sea el tipo de persona que haga esto. Espero que pueda probar su inocencia», manifestó el número 1 del mundo, quien reconocía que las «derivas» son siempre posibles en los deportes individuales.

Después de todo, el fútbol está tocado en Asia, especialmente, y el baloncesto se encuentra sacudido por un asunto similar protagonizado por un árbitro de la NBA, sospechoso de haber intervenido durante los partidos que él dirigía. ¿Por qué no puede pasar en el tenis?.

Carreras de caballos

El último capítulo de esta historia, hasta ahora, es la solicitud de ayuda por parte de la ATP a expertos de seguridad británicos en las apuestas de las carreras de caballos. «La ATP se ha puesto en contacto con nosotros para recibir asesoramiento en la materia, aunque todavía no nos hemos reunido. La British Horseracing Authority tiene una gran experiencia en esta materia porque nuestro deporte no es ajeno a este asunto y ha tenido que tratar problemas similares», confirmó el portavoz de este organismo, Owen Byrne.