El Tribunal Administrativo de la ciudad alemana de Dresde ordenó la paralización de las obras del nuevo puente sobre el río Elba, cuya construcción comportaría a la ciudad la pérdida del título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

La Organización se oponía al proyecto por entender que la construcción amenazaría el hábitat de una especie de murciélago en peligro de extinción.

Un portavoz del tribunal comunicó esa decisión en respuesta a la demanda presentada por organizaciones ecologistas que argumentaron que el puente alteraría la vida de la especie Rhinolophus hipposideros o murciélago pequeño de herradura.

Así, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, advirtió a Dresde que levantar ese nuevo puente rompería la belleza del valle del Elba a su paso por la ciudad y que comportaría la pérdida del título de Patrimonio de la Humanidad. La institución apremió a las autoridades de Dresde a presentar soluciones alternativas y le impuso de plazo hasta el próximo octubre.

Partidarios y detractores

La cuestión enfrenta desde hace meses a los partidarios del nuevo puente, que descongestionaría el tráfico ciudadano, y sus detractores, sea por razones medioambientales o por las consecuencias en el sector turístico que acarrearía la pérdida de ese título.

El tramo del valle del Elba, un total de 20 kilómetros, obtuvo hace tres años el título de Patrimonio de la Humanidad después de que la ciudad destinara centenares de millones de euros a adecentar esa zona.

La UNESCO había advertido a finales del año pasado que, de aferrarse a la idea de incorporar un nuevo puente, es decir, junto a los ya existentes que comunican ambas riberas del Elba, iban a borrar a Dresde de la lista del Patrimonio de la Humanidad.