Maite SOROA
Obsesiones
La fachenda periodística sigue preocupada por las cosas de esta tierra, lo cual no tiene nada de malo en sí, pero en este caso esa preocupación se debe a que toda prohibición y todos los garrotazos les parecen pocos.
Ayer, en «El Mundo» el escriba de Pedro J. daba no se sabe si instrucciones u órdenes a la Fiscalía de la Audiencia Nacional española a la vista de que «señaló que no tiene previsto actuar de oficio para evitar el homenaje al antiguo dirigente de ETA Sabino Euba Pelopintxo, previsto para el próximo sábado en la localidad de Amorebieta, ya que no tiene conocimiento oficial del acto por parte de la Delegación del Gobierno del País Vasco». Bueno, pues la Fiscalía ya se ha dado por enterada.
Y le llama la atención «la pasividad que el Ejecutivo ha demostrado desde que el pasado lunes Askatasuna, organización del entorno abertzale, convocase un homenaje que a todas luces está destinado a ser un acto de apología del terrorismo y, en consecuencia delictivo». Es decir, que homenajear a una persona fallecida que cuenta con la estima y reconocimiento de muchos vecinos de Zornotza, pero no resulta del gusto del escribiente, es un acto «a todas luces de apología del terrorismo».
A continuación nos muestra esas luces que dejan el futuro delito al descubierto: «No en vano, el comunicado de convocatoria que para el evento hace la asociación de familiares de presos etarras Etxerat denuncia que la muerte de Euba -fallecido por un cáncer- `es consecuencia de la persecución asesina de los Estados». Está clara la prueba, ¿no? Pues si alguien lo ha entendido, le ruego que me lo explique.
Pero para entornos amplios, el que abarca el asco de Iñaki Ezkerra, quien, en «La Razón», arremetía contra los socialistas navarros partidarios de pactar con NaBai, contra el PSOE por negarse a hacerlo «para que ETA valore lo que puede ganar si ayuda a Zapatero en las próximas elecciones con otra `tregua' y lo que puede perder si no lo hace: la Navarra que le habían prometido», y también comparte «el asco que Gabriel Albiac mostraba el lunes por el papelón de Puras y Sanz en esta comedia. Pues tampoco Sanz se libra de responsabilidad en lo que pase en Navarra (...)», por no haber seguido los consejos de Esperanza Aguirre cediendo «la presidencia al PSN en un gobierno bicolor y ésa era una opción tan sensata como patriótica». Está tan claro que no hace falta ni saber qué piensan las navarras y los navarros.