El transbordador Endeavour partió ayer hacia la Estación Espacial Internacional (EEI) en una misión de once días para continuar la construcción de este complejo. Según señalaron desde la NASA, despegó puntualmente a las 6.30 hora local (00.36 en Euskal Herria) del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida).

«Se está desplazando como una flecha. Todos los sistemas están funcionando bien», manifestó el Centro Espacial Johnson, en Houston. La orden de proceder al lanzamiento fue emitida tras confirmarse que no había indicios de mal tiempo ni en el Centro Espacial Kennedy ni en los tres sitios designados para un descenso de emergencia, entre ellos, Zaragoza.

El cometido del transbordador es entregar e instalar una nueva viga en la estructura central del complejo espacial. Además, sustituirán uno de los giroscopios que mantienen la estabilidad de la EEI en su órbita terrestre y facilitarán equipos y vituallas a los tres inquilinos de la estación.

Las misiones de los transbordadores estadounidenses fueron suspendidas durante más de un año a raíz de la tragedia del Columbia el 1 de febrero de 2003. En un accidente atribuido al desprendimiento de una loseta aislante, la nave se desintegró. En ella iban siete personas. Desde entonces, el Endeavour ha sido sometido a una completa transformación de su estructura y sistemas.

Momento crítico

Este «feliz» lanzamiento se produce en un momento crítico para la NASA. Un informe reciente dio a conocer que se permitió a dos astronautas borrachos tripular una nave rusa y abordar un transbordador. Ayer, el administrador de la agencia espacial, Michael Griffin, dijo que no han encontrado pruebas que respalden este extremo.

En las últimas semanas también se denunció que uno de los componentes que lleva el Endeavour a la EEI había sido objeto de un sabotaje.