La Franja de Gaza podría pasar en semanas a depender por completo de la ayuda humanitaria, que actualmente ya alimenta a un 80% de su población, según advirtió ayer la Agencia de la ONU para el Socorro a los Refugiados Palestinos (UNRWA). «Gaza corre el riesgo de convertirse virtualmente en cien por cien dependiente de la ayuda, en una comunidad aislada y cerrada en cuestión de meses o, incluso, semanas, si continúa el actual régimen de cierre», aseguró el subcomisario de la UNRWA, Filippo Grandi.

Grandi pidió «a las autoridades palestinas, a Israel y a las demás partes implicadas» que «den inmediatamente los pasos necesarios» para reabrir el paso de Karni, que permanece cerrado desde que Hamas tomara el control de Gaza el 14 de junio. La apertura de este paso, que conecta Israel con el este de la Franja, a «importaciones, exportaciones y bienes humanitarios» es «lo único que permitirá sobrevivir a lo poco que queda de la economía de Gaza», alertó.

Señaló que la UNRWA «se ha visto obligada a detener sus proyectos de construcción porque no ha podido importar suficientes materiales». Por eso, instó a los líderes de Gaza, Ramallah e Israel a que reconsideren sus decisiones dada la situación humanitaria. «Las consecuencias de no hacerlo serían desastrosas -advirtió-, ya que en una atmósfera de desesperación y desesperanza resultaría fácil que arraigue el extremismo».

Por otro lado, militares israelíes mataron ayer a dos palestinos en Gaza. Un joven con minusvalía síquica recibió varios disparos cuando se acercaba a la cerca que separa Gaza e Israel al este de Deir-El-Balah y otro palestino, al que fuentes hospitalarias identificaron como «miliciano», fue disparado por soldados desde su puesto en las cercanías del paso comercial de Karni.