El transportista P.L.C., arrollado el miércoles por el tren Talgo en la localidad alavesa de Margarita, se encontraba ayer «fuera de peligro», aunque permanecía ingresado en el Hospital de Santiago. El camión que conducía estaba cargado de fardos de paja y fue arrastrado por el tren doscientos metros, quedando partido en varios trozos. La cabina se quemó y el conductor fue rescatado de la misma por los vecinos del pueblo.

Según informaron fuentes de Renfe, sufrió en el siniestro un traumatismo en la cabeza, aunque una vez en el hospital se observó que no había ningún tipo de fractura y que el golpe «no era especialmente grave», por lo que fue trasladado a planta. Ayer, permanecía ingresado «en observación» y se desconocía cuándo sería dado de alta.

En cambio, los cinco viajeros del Talgo que fueron trasladados a hospitales, dos de ellos al de Santiago y tres al de Txagorritxu, fueron dados de alta sobre las diez de la noche del miércoles. Otra persona resultó herida de carácter leve, pero fue atendida en el mismo lugar del siniestro y no precisó ser hospitalizada.

El tren cubría el trayecto A Coruña-Gijón-Barcelona y sufrió un descarrilamiento parcial poco después de las cuatro y media de la tarde. El tráfico ferroviario se restableció sobre las doce y veinte de la noche entre las estaciones de Miranda y Gasteiz, aunque se habilitó un servicio de autobuses para trasladar a los pasajeros. Durante la noche se quedó en la zona un retén de bomberos por si volvía a arder alguno de los fardos de paja esparcidos.