Ligera desaceleración en el crecimiento económico de la UE en el segundo trimestre
El Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro creció el 2,5% en el segundo trimestre de 2007 en relación al mismo periodo de 2006, y en el conjunto de la UE, el 2,8%, según Eurostat, lo que refleja una desaceleración. La CE restó importancia a la ralentización.
GARA | BRUSELAS
Los datos preliminares sobre el crecimiento económico en la zona euro y en la UE dados a conocer ayer por Eurostat muestran una ralentización respecto al primer trimestre. El Producto Interior Bruto (PIB) de la eurozona creció el 2,5% y en los Veintisiete el aumento fue del 2,8%, lo que supone una caída de cinco y seis décimas, respectivamente, en relación al primer trimestre.
Entre los países de los que Eurostat tiene datos disponibles, Eslovaquia registró el mayor crecimiento trimestral (2,4%), seguido de Lituania (2%).
En el Estado español, la economía avanzó el 0,8% en el trimestre y el 4% en términos interanuales, lo que deja el diferencial de crecimiento respecto a sus socios de la moneda única en 1,5 puntos.
Coincidiendo con la publicación de los datos de la oficina de estadística comunitaria, el INSEE, instituto francés de estadística, dio a conocer la evolución de la economía en el segundo trimestre del año en el Estado francés. Los datos muestran que creció sólo un 0,3% en el segundo trimestre del año, la mitad de lo previsto, una clara ralentización sobre el avance del 0,5% registrado en el primero.
La ralentización del crecimiento en el segundo trimestre compromete el objetivo del Gobierno francés de un avance del PIB de entre un 2,25% y un 2,5% para todo el año.
La desaceleración también es patente en la economía alemana. La Oficina Federal de Estadística cifró en un 0,3% el incremento real del PIB en relación a los tres meses precedentes.
Con ello la economía alemana registró desde abril hasta junio el menor crecimiento desde finales de 2005. En el primer trimestre el PIB había experimentado todavía un aumento del 0,5%.
El mercado exportador continuó siendo el principal motor de la economía, pero, según la Oficina de Estadística, también hubo impulsos desde el mercado interno, aunque en menor medida. Las inversiones se centraron en el sector de maquinaria y de bienes de equipo, mientras que en el de la construcción hubo un retroceso.
Pese al ligero bajón durante el segundo trimestre, los expertos de la entidad confían en que se mantendrá el buen ritmo coyuntural y calculan que el PIB podrá aumentar un 2,5% en 2007, siempre y cuando las actuales turbulencias en los mercados financieros no acaben frenando el crecimiento.
La Comisión Europea restó importancia a la desaceleración y la desvinculó de las recientes sacudidas en los mercados financieros por la crisis hipotecaria en EEUU. Un portavoz del ejecutivo comunitario incidió en que, a pesar de «la ligera caída del crecimiento», el nivel sigue siendo «muy bueno».
«Indicadores, elevados»
En sus últimas previsiones oficiales, Bruselas vaticinó que la economía de la zona euro crecerá este año el 2,6% y la de los Veintisiete el 2,9%.
Fuentes de la Comisión negaron que exista preocupación por este «ajuste» del crecimiento y rechazaron de plano cualquier relación con la incertidumbre que rodea a los merca- dos financieros por los problemas surgidos en el mercado hipotecario estadounidense y el riesgo de que éstos se extiendan a otros sectores y países.
Según estas fuentes, la moderación del crecimiento en Europa está muy relacionada con la negativa evolución de la producción industria, que descendió en junio el 0,1% en la eurozona y se mantuvo sin variación en la UE.
Los expertos de la CE insisten en que la mayoría de indicadores de la economía europea «siguen bastante elevados» y explican que los que muestran una tendencia a la baja habían alcanzado en 2006 niveles máximos. En cuanto a la posible repercusión de la crisis financiera en el crecimiento europeo, Bruselas es partidaria de analizarla con cautela y esperar a ver si se limita al mercado de hipotecas de EEUU o logra contagiar al sector financiero y llega hasta las entidades europeas.