Un atentado con bomba provocó el descarrilamiento de un tren que unía las ciudades rusas de Moscú y San Petersburgo en la madrugada de ayer, provocando sesenta heridos. Aunque algunos medios rusos volvieron a alertar del «peligro checheno», la mayoría apuntó a la «pista ultranacionalista rusa».

Una explosión sacudió al tren Nevski Express, en el que viajaban 230 personas. «Según las investigaciones preliminares, el accidente se produjo a causa de un explosivo artesanal colocado en la vía en la región de Novgorod, cerca de San Petersburgo», indicaron los Ferrocarriles Rusos.

Al menos 20 personas fueron hospitalizadas en centros sanitarios de la región de Novgorod. Tres de ellas se encontraban en estado «grave».