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La autopista futbolística entre Iruñea y Bilbo: la segunda mejor vía tras Lezama

Durante los últimos años el trasvase de jugadores entre Osasuna y Athletic ha sido constante. Con beneficio para ambas partes, ya que los navarros han reforzado su economía mientras los vizcainos hacían lo propio con su plantilla. Esta temporada, ocho rojiblancos tienen pasado rojillo.

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Beñat ZARRABEITIA

Lejos quedan ya los fichajes de Patxi Ripodas, Cuco Ziganda, Iñigo Larrainzar, Txomin Nagore o Mari Lacruz. Durante las últimas 9 temporadas, la llegada de jugadores procedentes de Osasuna al Athletic se ha intensificado de manera más que notable. Una política que comenzó a fraguarse debido a los problemas del equipo navarro a lo largo de su dura peregrinación por la Segunda División. Aquel acuerdo entre José María Arrate y Javier Miranda tuvo en Pablo Orbaiz su primer traspaso. Fue en la primavera de 1999, después de que el de Elkano se proclamase campeón del mundo sub-20 en Nigeria, junto a su compañero Fran Jusué y a los rojiblancos Yeste y Aranzubia. No obstante, el entonces imberbe centrocampista navarro estaba demasiado «verde» para Luis Fernández. Así, tras probarle como central y pivote, el carismático técnico tarifeño decidió devolverlo a Osasuna como cedido. Lo hizo en una operación relampago, tras jugar un amistoso en agosto ante los navarros, y con la llegada de Tiko a Bilbo como contrapartida.

La perspectiva del tiempo deja bien claro que el francés acertó. Pablo Orbaiz creció una barbaridad como futbolista, Osasuna volvió a Primera y el Athletic dispuso del vertical jugador de Arrosadia. En definitiva, un verano en el que el Athletic contrató a dos de sus jugadores más importantes durante ésta última década.

El retorno de Osasuna a la elite contó con un préstamo por parte del Athletic, ya que Aitor Ocio fue cedido al equipo que entonces dirigía Miguel Angel Lotina. El gasteitzarra causó buena impresión, aunque no gozó de excesivos minutos en Iruñea. De hecho, la acción más recordada de Ocio en Osasuna es la brutal entrada que sufrió por parte de Dario Silva, tras la cual el arabarra estuvo varios meses de baja.

Llegado a la época de Javier Agirre, Unai Expósito tuvo la posibilidad de comprobar in situ el crecimiento del conjunto rojillo. En su primer año en el Sadar, a donde llego procedente del Numancia, el de Gurutzeta se mantuvo prácticamente inédito. No obstante, durante su segunda campaña en Osasuna el jugador de Ezkerraldea se convirtió en uno de los fijos del preparador mexicano e incluso fue uno de los escogidos por éste para formar parte del once titular rojillo en la final de Copa ante el Betis.

La apuesta más arriesgada y certera

La incorporación más atípica, y con mayores visos de futuro y acierto, fue el fichaje de Javi Martínez. El Athletic pagó su cláusula de rescisión, seis millones de euros, cuando el de Aiegi apenas contaba con 17 años. A pesar de ello, el joven centrocampista navarro ofreció un buen nivel en su estreno en la Primera División. Con estas credenciales, es muy difícil vislumbrar el techo futbolístico de un jugador que promete no parar de crecer. Sin duda, esta incorporación es una de esas arriesgadas, y certeras apuestas que debe realizar el Athletic dentro de su emblemática filosofía.

Los dos últimos en llegar han sido David López e Iñaki Muñoz. En el caso del primero, su fichaje se vislumbra como uno de los jugadores que tienen que ayudar a los rojiblancos a olvidar las penurias de otras temporadas. De hecho, su gran rendimiento en Osasuna en la última campaña invita al optimismo. Un año que no fue nada fácil para el interior riojano, pero al cual se sobrepuso ofreciendo un gran rendimiento. El caso Iñaki Muñoz se convirtió en un secreto a voces a mitad de la pasada temporada. No fue algo que sorprendiese excesivamente, ya que durante el verano anterior se había especulado con la posibilidad que del navarro recalase en las filas del conjunto rojiblanco. Y para rematar la lista, ayer mismo se dio a conocer que el joven Koikili Lertxundi, ex del filial osasunista, formará parte de la primera plantilla del Athletic.

Por el contrario, en Osasuna sólo hay un jugador con pasado rojiblanco: Kike Sola. El delantero ribero formó parte de las catego- rías inferiores del club rojiblanco, de donde salió por desavenencias con algunos técnicos. Quienes sí que vistieron la elástica del primer equipo del Athletic fueron José Angel Ziganda y Jon Andoni Goikoetxea. De hecho, el Cuco sigue siendo uno de los últimos grandes ídolos de la Catedral.

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