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Iñaki Ruiz de Eguino expone en Iruñea a la sombra de su «Columna de viento» de Noain

La galería Pintzel alberga una exposición que repasa la trayectoria más reciente de Ruiz de Eguino. El artista donostiarra vuelve a presentar así su trabajo en Iruñea tras 18 años de ausencia de la capital navarra.

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Martin ANSO | IRUÑEA

Iñaki Moreno Ruiz de Eguino ha inaugurado muy recientemente en la autopista AP-15 a su paso por Noain una monumental escultura de 7,5 metros de altura titulada «Columna del viento». Esto ha dado pie a los responsables de la galería Pintzel a organizar una muestra que repasa la trayectoria más reciente del artista donostiarra afincado en Hondarribia, quien no exponía en la capital navarra desde hace dieciocho años.

«En realidad -matiza al respecto el propio Ruiz de Eguino-, mi obra siempre ha estado en Iruñea a través de la galería Pintzel, pero es verdad que, desde que en 1989 presenté `Elementos de utillaje vasco' en el Pabellón de Mixtos de la Ciudadela, no había vuelto a hacer una individual de envergadura. Por eso me ha parecido apropiado plantear esta nueva exposición de Pintzel más como una panorámica de lo que ha sido mi trayectoria en los últimos años que como una muestra de mi ultimísima obra».

La muestra se articula «en torno al lenguaje del espacio escultórico» y, por tanto, su «corazón» está constituido por una serie de esculturas en hierro, pero complementadas con abundantes pinturas y obras en papel, «para poner de manifiesto las relaciones existentes entre unas y otras». De hecho, la muestra arranca con obras en papel, «lo que enlaza -hace notar Ruiz de Eguino- con aquella exposición de 1989, en la que presenté mis primeros trabajos de este tipo, sujetos con cuerdas, que luego dieron lugar a mis `flotaciones' o `papeles colgantes gravitacionales'».

Esculturas «muy transitables»

En el grupo de esculturas, una docena en total, destacan «Morada de Ícaro», así como «Arquitectura III», «Donde flota la luz» y «Agavillar espacios». Todas ellas son susceptibles de convertirse en esculturas para espacios públicos, porque Ruiz de Eguino las concibe en buena medida con vocación de que lleguen a ser «mobiliario urbano». Lo explica: «Con frecuencia se relaciona mi obra con las de Eduardo Chillida y Jorge Oteiza. Yo no sólo no reniego de esos dos grandes maestros, sino que reconozco que lo que hago, pura geometría, está enraizado en esa amplia tradición de tendencias abstractas geométricas, postconstructivistas y postminimalistas. Pero Chillida centró su labor en la materia, el espacio y la naturaleza; y Oteiza, en vaciar el espacio para crear `huts', el vacío. Yo, en cambio, concibo el espacio como un continuum infinito. No se trata de que las esculturas estén en el espacio, sino de que formen parte de él. Las concibo como hitos estéticos en el espacio, no como elementos que lo limiten o delimiten. De hecho, todas ellas, como la `Xana de la ventana', instalada en el Paseo de la Mito- logía de Asturies, en Sama de Langreo, o `Errenteriako atea', ubicada en Errenteria, están abiertas `al viento', como la `Columna' que he inaugurado recientemente en Noain, y son muy `transitables' para el público, quiero decir que el público puede atravesarlas». Otro tanto ocurrirá con «Vigía del Collado», una pieza en la que Iñaki Moreno Ruiz de Eguino trabaja actualmente y que irá emplazada en la localidad madrileña de Collado Villalba.

Completa la muestra de la galería Pintzel una selección de la obra pictórica del donostiarra, de la que forman parte algunas «flotaciones vegetales».

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