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Moleres critica la explotación infantil con sus fotografías

«Explotación laboral infantil» muestra imágenes de Fernando Moleres que inciden en «las consecuencias negativas para el desarrollo» en los niños que se ven obligados a trabajar. El bilbotarra, enfermero de formación y fotógrafo autodidacta, critica así esta injusta realidad.

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GARA | ELGOIBAR

El fotógrafo Fernando Moleres inaugurará mañana la muestra «Explotación laboral infantil» en la sala de exposiciones de la Casa de Cultura de Elgoibar.

Se trata de imágenes impactantes con las que el autor quiere hacer reflexionar al visitante, ya que según señala «estas fotografías sólo alcanzan a ver la superficie, el drama puede ser durísimo».

Moleres muestra el drama de los menores explotados laboralmente y hace hincapié en la diferencia existente entre el trabajo infantil y la explotación laboral infantil: «La diferencia es que la explotación tiene unas consecuencias negativas para el desarrollo normal». Explica además que entre los factores determinantes a la hora de hablar de explotación destacan el trabajar en edades muy tempranas, entre los 5 y 6 años, el desempeñar jornadas laborales muy largas, en algunos casos llegando a las 10 y 16 horas, o las remuneraciones muy bajas, o inexistentes, entre otros.

Y es que para el fotógrafo, sensibilizado desde hace años con este tema, llegando a trabajar incluso durante cinco años sobre la explotación laboral infantil gracias a varias becas, «de todas las injusticias que siguen azotando a la humanidad, aquellas que tienen a los niños y niñas como protagonistas nos resultan particularmente crueles y despiadadas».

Sistema laboral injusto

Moleres critica a través de su obra y su particular mirada «un sistema laboral y comercial injusto» que lleva a millones de niños en el mundo a trabajar. «Apuntaría que estas situaciones provienen de la explotación de la pobreza, más que de la pobreza en sí misma. No se trata por tanto, de un fenómeno aislado, y por tanto es importante analizarlo con una visión global del actual contexto económico, comercial, social y ético», aclara en este sentido. Para la mayoría de estos niños obligados a trabajar desde muy pequeños además «las condiciones y la naturaleza de estos trabajos tiene unas consecuencias negativas para su desarrollo, una durísima hipoteca de por vida», que Moleres intenta transmitir en sus fotografías. «Solo con la fuerza e inocencia que otorga la infancia algunos son capaces de salir adelante, de vivir, de sonreír, pero para muchos, esta injusta situación ha ido demasiado lejos y serán unos inadaptados de por vida», añade.

La muestra se puede visitar hasta el 8 de setiembre de lunes a sábado de 19.00 a 21.00.

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