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«Cuando estás cuatro días sin tocar, te das cuenta de que necesitas subirte al escenario»

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brigi duque cantante de koma

Koma se despidió de los aficionados con la gira-presentación de su disco en directo «Molestando a los vecinos», pero, en realidad, nunca llegó a escribirse el epílogo dado que la decisión del cuarteto sólo pretendía tomar aliento, ordenar cuestiones personales y regresar cuando las guitarras se quejaran. No transcurrió un año y los iruindarras estaban de nuevo gastando el asfalto.

Pablo CABEZA | BILBO

Para muchos seguidores, Koma dijo adiós con su actuación en el Viña Rock de 2003. Público y prensa intuyeron que era el final, pero en el pensamiento de Koma la idea era regresar tras un periodo de incandescencia. Su vuelta se produjo, sorprendentemente, tan sólo un año después y en el mismo escenario del último acorde, el Viña Rock 2004. Además, el cuarteto había tenido tiempo para estilizar y brutalizar un nuevo cedé, «Sinónimo de ofender». Durante los próximos tres años la banda se dedicó a girar, presentar el álbum y componer lo que debería ser, algún lejano día, su próximo trallazo. Día que casi ha llegado, pues su grabación se encuentra muy avanzada y cuenta ya con título, «Sakeo», que aparecerá a finales de setiembre.

En las pasadas fiestas de Amurrio tuvimos la oportunidad de verlos en directo, ocasión donde comprobamos que no han perdido ni un milímetro de actitud, de pasión, que han mejorado notablemente como instrumentistas y que el tiempo, en definitiva, no puede con ellos, pues lejos de aburguesarse, la banda se muestra tan ruda y ácida como en los primeros días de 1995, cuando su correosa maqueta nos contaba cosas del «Tío Sam», «Caer», «El Pobre», «Las bragas» o «2 años, 4 meses y un día». Acero inoxidable con el que comenzaron a modelar un futuro vital: honesto, popular y duro, muy duro. Un sudoroso Brigi, con torso cultivado en el gimnasio, contesta a nuestras preguntas y nos adelanta el contenido del que será el inminente nuevo cedé de Koma.

¿Qué circunstancias les llevaron a esa despedida momentánea entre 2003 y 2004?

Muchos conciertos, grabar discos sin parar de tocar y el desgaste de los numerosos viajes realizados fueron las causas principales por las que se «apagasen» un poco la ilusión y las ganas de seguir actuando.

El regreso fue más rápido de lo previsto. ¿Cuál fue la química que, de alguna manera, les empujó de nuevo a la escena?

La verdad es que en cuanto estás cuatro días sin tocar te das cuenta de que necesitas subirte a un escenario. Estamos enganchados a la música, no hay duda. Es la única droga de la que creo que no escaparé nunca... Ya ves, apenas pasó un año y regresamos a los escenarios.

Usted comenzó tocando la batería en diferentes formaciones, con Koma se pasó a la voz y a la guitarra rítmica. Tras un largo periodo sin verle en directo, observo que ha adquirido mucha más soltura con la guitarra.

Yo creo que es tan simple como el hecho de que, con los años, se le va pillando un poco más el tono y sus secretos. Puedo asegurarte que jamás he tomado clases de guitarra. Soy autodidacta de principio a fin.

Llevan ya algunas semanas con la grabación del nuevo disco, ¿cómo va el proceso?

Sí, en estos momentos estamos grabando un nuevo disco, que se llamará «Sakeo». Si todo va bien, tenemos intención de sacarlo para finales de setiembre o la primera semana de octubre. Estamos estudiando diferentes posibilidades de edición.

Le definimos como un grupo de Iruñea, pero, en realidad, su procedencia es variada...

Pues sí, Rafa (bajo) y yo residimos en Burlata, Juancar (batería) vive en Zizur Nagusia y Natxo (guitarra solista), en Iruñea.

Y, además, no ensayan en ninguna de estas poblaciones.

Ensayamos en un pueblo a las afueras llamado Eskiroz, donde compartimos local con Khamul.

Con su experiencia, cabe imaginar que, de ensayos, los justos...

¡Ummm! Somos muy vagos, así que apenas ensayamos. La verdad es que cuando estamos en plena gira no ensayamos.

Usted ha sido siempre un buen deportista, un competidor. Vemos que mantiene el tipo y las formas.

Suelo ir a hacer footing y al gimnasio. Me viene bien para aguantar en los directos, estar más relajado y disfrutar con mayor libertad de todas las facetas de un concierto. Estar físicamente bien ayuda.

Se les ve muy fieles al estilo que nació con aquella primera maketa en el 95. ¿Se han cuestionado alguna vez un posible cambio de orientación?

La música es el mejor recurso para expresar nuestras inquietudes. En este estilo estamos muy cómodos, también va con nuestra actitud, así que Koma es lo que es y lo que quiere ser, sin interferencias.

En el pasado solían pedir excedencias en el trabajo para poder dedicarse al completo a Koma. ¿Cómo está el asunto en la actualidad?

Rafa y yo somos currelas de Volkswagen. Por lo general, cuando estamos en actividad con el grupo, pedimos excedencia para dedicarnos de lleno a la banda.

Con o sin excedencias, lo cierto es que se les ve con enormes ganas en el escenario, volcados...

Nos gusta darlo todo en el escenario. Esa es nuestra forma de actuar, como queremos vernos a nosotros mismos. En cuanto nos enchufamos, no podemos parar.

Al final del concierto los seguidores se arremolinan en busca de una gota de sudor, una púa, una palmadita... Suponemos que resulta gratificante.

Hay veces que te pilla un poco más cansado y tienes que poner de tu parte, pero para mí me gusta relacionarme con la peña. Nosotros somos gente muy llana. Además, es muy gratificante sentir su apoyo. No olvidamos que gracias a ellos estamos donde estamos.

Las canciones nuevas mantienen la línea koma

Desde las primeras composiciones, Koma orientó su estilo hacia el metal contemporáneo: mezcla de heavy clásico, thrash y punk-rock hardcorizado. Bajo esta red acústica se han mantenido a lo largo de más de un decenio de actividad y todo parece indicar que «Sakeo» continúa con similares reglas. «Las canciones nuevas siguen la línea Koma, pero con algún guiño a otro tipo de público. Las letras son, como siempre, de Rafa y van en la onda habitual», apunta Brigi. El disco consta de doce temas «dentro del marco de nuestro estilo, pero con bastante variedad -agrega-. Como el trabajo anterior, estamos grabando en los estudios M.A.V. de Zizur Nagusia. Al frente de los mandos continúa Miguel Aizpun (técnico, músico y productor). La portada aún no la tenemos muy clara, pero el primer single puede ser la canción que da título al disco, `Sakeo'. Todas son composiciones nuestras. No hay versiones».

No cuenta con colaboraciones, como suele ser habitual en sus grabaciones de estudio, ni los miembros se diluyen en proyectos paralelos, por lo que pueden centrarse en la propia banda. No obstante, quien sí picotea de vez en cuando es Brigi, que colaboraba hace unos meses en la segunda demo de Hotz. Con ellos canta en el tema «Perros de partido». Hotz son colegas; de hecho su vocalista, Arturo, es quien les diseña la página web, muy limpia y práctica. Koma está integrado por Brigi Duke, guitarra y voz. Anteriormente fue batería de Strull, Mugre y Bunker Band. Rafa Redín, bajo, segundas voces y letrista, ex Camelot y ex Mephisto, otras dos formaciones básicas en la historia del heavy metal navarro. Juan Carlos Aizpun, batería, ha pasado por Gandalf, de gratificante recuerdo, Zartako y Mephisto. Muy técnico. Y Natxo Zabala, guitarra solista, ex Mephisto, es técnico asimismo y habilidoso con las seis cuerdas.

 

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