Raimundo Fitero
¿Confianza?
Cuanta más confianza piden en el sistema o en las instituciones más desconfianza crean. Hemos vivido varios acontecimientos que se han convertido en importantes debido a su difusión mediática, y en ellos es donde ha crecido la desconfianza de manera geométrica. Por si no lo sabían, el escualo que tanto hemos visto en los noticiarios ha muerto. No se le destina tantos medios a ningún ser humano africano varado en una patera.
Las hipotecas «subprime» han revuelto las Bolsas de medio mundo. Se trata de un juego de rol económico, es decir de especulaciones absolutamente ficticias, pero que se convierten en desgracias para los seres humanos que se meten en el lío de adquirir una vivienda. Pues bien, los que han creado el desconcierto, los bancos, reciben de los bancos centrales inyecciones de dinero que dicen es para generar confianza. ¡Y una mierda! Esto es darles dinero a quienes lo roban, salvar al hipotecador y no al hipotecado. Lo que crean es desconfianza a raudales.
El terremoto de Perú es una desgracia sobre otra desgracia. La primera desgracia es el seísmo, que acompañado por la pobreza crea desolación y tragedia, pero es que las imágenes que vemos son para desconfiar hasta de Heidi. Los equipos de rescate llegan tarde, es decir que son inservibles, las ayudas se mandan y no se sabe adónde, nos hablan de pillaje, y vemos a cientos de policías y militares que en vez de estar ayudando a la reconstrucción, están patrullando para defender a los escombros de no se sabe exactamente quién. Las ayudas solidarias deberían ser para dar mantas, cobijo, alimentos a los afectados, no para pagar uniformes de asalto y armas largas de último diseño.
El huracán Dean es otro de los fenómenos que nos han creado desconfianza y rabia. La preocupación de las televisiones era saber qué pasaba con los turistas. Es como si estuvieran en Cancún obligados por el Estado y ahora se les debiera indemnizar porque han pasado dos o tres días sin poder ir a la playa. Estamos todos locos. Dean ha causado destrozos inmensos, ha arrasado con cosechas, con poblaciones pobres, naturalmente. Y nos preocupamos de unos cuantos turistas. Desconfianza.