La Unión Europea reanudó ayer el suministro de carburante a la principal compañía eléctrica de Gaza, después de que Bruselas recibiera garantías de que el movimiento islámico Hamás, que controla ese territorio, no se quedaba con los impuestos de esa empresa.

Los responsables de la central indicaron a los residentes afectados por el corte de luz, que se inició el pasado jueves, que se restablecería el fluido eléctrico por completo a lo largo de la jornada.

Un responsable de la Autoridad de Energía Palestina, informó a la prensa de que la planta afectada recibió 360.000 litros, suficientes para mantenerla operativa hasta mañana, aunque advirtió de que la estación podría colapsarse debido a que empleó residuos del combustible cuando comenzó a reducir el suministro eléctrico a finales de la semana pasada.

La planta, que provee energía al 40% de la población de Gaza, interrumpió el suministro eléctrico después de que la UE suspendiera el abastecimiento de combustible a ese territorio.

Al colegio, sin libros

Los niños y adolescentes de la Franja de Gaza corren el riesgo de comenzar las actividades escolares en setiembre sin los respectivos útiles, en vista de que el Ejército de Israel ha negado el paso del papel que debe ser utilizado para la elaboración de los textos educativos

El Ministerio israelí de Defensa estudia si realmente la carga forma parte del material considerado como ayuda humani- taria que debía ingresar en la Franja, bloqueada desde el 15 de junio tras la toma del control por parte del Movimiento de Resistencia Islámico Hamas.

El responsable de la administración civil del Ejército de Israel, Ehud Dror, alegó que la negativa de dar paso al material escolar se debe a que la carga podría estar destinada a imprentas del movimiento islámico, donde se editan libros desti- nados a «incitar la violencia contra Israel».