Josune VELEZ DE MENDIZABAL

Filloy, quien codirige los trabajos de Iruña-Veleia junto a Eliseo Gil, ya había advertido de que no podría aportar novedad alguna sobre los grafitos con imágenes cristianas y textos en euskara que datan de entre los siglos III y V, que actualmente se encuentran en estudio. «Habrá que esperar hasta la publicación el año que viene de los resultados de la investigación», declaró al respecto a GARA. A pesar de ello, el palacio de Villa Suso se vió ayer repleto.

En su conferencia, Filloy no eludió hablar sobre los conjuntos de grafitos e imágenes encontrados en la Domus de Pompeya Valentina y una casa cer- cana, respectivamente, pero lo hizo sin desvelar novedades. Aún así, quienes acudieron a la cita no vieron su curiosidad defraudada, ya que algunas de las inscripciones en euskara e imágenes cristianas se pudieron ver a través de proyecciones. Las fotos del yacimiento a vista de pájaro también ayudaron a contextualizar y enmarcar la charla de la directora de las excavaciones, cuyo objetivo en todo momento fue resaltar la importancia de Iruña-Veleia como el gran centro urbano y de consumo de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa en época romana.

«La ubicación de Iruña-Veleia -destacó Filloy- es estratégica, como lo demuestran las vías de comunicación que por ella pasaban, como la Iter XXXIV, que unía Burdeos con Astorga; la via maris, jalón fundamental que facilitaba su comunicación con el mar, y la calzada Oiasso-Tarragona».

Como ejemplo, hizo referencia a piezas de cerámica sigilata procedentes de África, Italia o incluso Germania halladas en Iruña-Veleia, que confirman que estaba conectada con todo el imperio. Fue esta situación estratégica la que hizo vivir a la ciudad su esplendor entre los siglos III y V de nuestra era.

la primicia del mosaico

Entre las piezas halladas destacó una que sorprendió al público: Una declaración de amor escrita en una mandíbula de cerdo, lo que confirma que, además de cerámica sigilata, utilizaban la basura, cualquier resto, para escribir. «No es algo muy común», hizo notar Filloy.

En la conferencia, como queda dicho, no hubo novedades sobre los grafitos en euskara y con imágenes cristianas, lo que no significa que la directora de las excavaciones no quisiera premiar con alguna primicia a los presentes. Así, desveló que en las excavaciones de este mismo verano han sido localidados dos mosaicos. «Son bicromos y, a pesar de ser muy sencillos, resultan únicos como testimonio de la época altoimperial», subrayó Filloy.

Una vez llegado el turno de preguntas, los congregados en Villa Suso, al hilo de algunas dudas que se han suscitado en ciertos medios, se interesaron por la intervención en la zona arqueológica y por la solvencia científica de los estudios que se están realizando. «Los estudios cuentan con la gente más adecuada y estoy convencida, créanme, de que, a partir de la publicación sobre el primer conjunto de grafitos, se van a encontrar más cosas», declaró Filloy. ¿Será sólo «un mero convencimiento» o quiso insinuar la existencia de algún nuevo hallazgo que aún no ha trascendido? En cualquier caso, una vez más, toca esperar.