El mahaikide Joseba Permach censuró ayer «el espectáculo bochornoso» que están protagonizando las formaciones que conforman el tripartito, empleando «como cortina de humo y arma arrojadiza» la posibilidad de llevar a cabo una consulta popular, con el objeto de ocultar, a su juicio, la apuesta del PNV para reeditar un nuevo «fraude» histórico como la llevada a cabo hace tres décadas ante una tesitura política con condiciones objetivas para superar el contencioso.

El dirigente de la izquierda abertzale compareció ayer en Donostia para tomar posición sobre los dos debates mediático-políticos que, a su entender, han sido utilizados como «serpientes de verano» durante agosto: el imperativo de Ferraz para otorgar a UPN el Ejecutivo de Nafarroa y la polémica entre PNV, EA y EB en torno a una eventual consulta popular.

Al respecto, Permach concluyó que ambos debates cuentan con un denominador común: «la negación que existe por parte del Estado español para que los vascos puedan decidir libremente su futuro, que ha generado históricamente un conflicto político y armado al que no hemos sido capaces de buscar una solución en el proceso negociador llevado a cabo en los últimos meses y años».

Mientras que en Nafarroa «quienes hicieron campaña anunciando que serían los navarros los que decidirían, han demostrado que quien decide sobre Nafarroa es Madrid», el dirigente de Batasuna acusó de estar «dando un espectáculo bochornoso y vergonzoso» a los partidos que conforman el tripartito en el Gobierno de Lakua.

Denunció que si bien las citadas formaciones «no tienen ningún rubor para crear coaliciones y conformar gobiernos en las diferentes instituciones» después de los comicios municipales y forales del pasado 27 de mayo, ahora, «aparecen públicamente como si estuvieran echandose los trastos a la cabeza». «Han puesto en marcha una serpiente de verano y dentro de poco cerrarán este capítulo para seguir haciendo negocio», añadió el mahaikide.

Consulta como cortina de humo

Pero si para la fuerza independentista resulta «bochornoso» el «espectáculo» que, a su juicio, están protagonizando las formaciones del tripartito, Permach «tildó de «verdaderamente grave» que utilicen como «arma arrojadiza» algo «tan serio» como la consulta popular.

«Nos parece verdaderamente grave que algo tan serio como es consultar a los ciudadanos de Euskal Herria sobre su futuro, que puede ser la solución política al conflicto, se esté utilizando en rifirrafes internos entre las formaciones con no se sabe qué intereses partidistas», matizó.

No obstante, la izquierda abertzale entiende que detrás de ese «espectáculo» mediático esconden una pretensión de mayor calado político: «La apuesta del PNV de reeditar un nuevo fraude, como si aquí no hubiera pasado nada, como si en Nafarroa no hubiera pasado nada, y después de haber dado la espalda y cerrado la posibilidad de buscar un acuerdo que solucionará el conflicto».

Prosiguiendo con el hilo argumentativo, el portavoz indepdentista trajo a colación el tan manido imperativo que el presidente del EBB jeltzale, Josu Jon Imaz, defiende a ultranza: la «transversalidad» como patrón a la hora de llegar a acuerdos políticos sobre el futuro de Euskal Herria. Algo que, para la izquierda abertzale, se traduce en que el derecho a decidir de Euskal Herria se supedita a una decisión previa de la capital española sobre el país.

«En nombre de la transversalidad se pretende llevar a cabo un nuevo fraude, un nuevo estatuto para tres provincias, seguir en la negación y en la situación en que los vascos no podamos decidir libremente nuestro futuro y seguir haciendo negocio, construyendo carreteras, trenes y engordando sus bolsillos», denunció de forma tajante.

Y como botón de muestra de la intencionalidad jeltzale, Permach comparó Nafarroa con el debate desarrollado por PNV, EA y EB señalando que si en el citado herrialde ha sido el secretario general del PSN, Carlos Chivite, el que ha abanderado «ese fraude ante la posibilidad que había de cambio político», en la CAV hay muchos pretendientes «dentro del PNV como pueden ser Imaz, Urkullu, Ariztondo y una lista larga de miembros del EBB» para protagonizar el papel realizado por Chivite y liderar el fraude en los tres herrialdes.

«Un verdadero debate político»

El portavoz independentista censuró que los jeltzales no se ruboricen al afirmar que el derecho a decidir de los vascos es «única y exclusivamente lo que previamente se decida en Madrid en nombre de la transversalidad y los acuerdos alcanzados entre el PNV y del PSOE».

Pero advirtió al PNV de que errará en su intento, ya que, a su parecer, «hay una gran mayoría que apuesta por el derecho de autodeterminación» que no les permitirá llevar a cabo «un fraude que cierre las puertas a las posibilidades políticas que en estos momentos existen en Euskal Herria».

También tuvo palabras para EA y EB, a los que emplazó a desarrollar «un verdadero debate político sobre a quién hay que preguntar, de cómo, sobre qué y para qué» en la posible consulta popular que, para la izquierda abertzale, debe ahondar de lleno y directamente en las raíces del conflicto que, de no solucionar, retroalimentan el contencioso.