Quince guipuzcoanos están ya en la Primera española y la Premier inglesa
La política de cantera pasa su gran prueba con Xabi Prieto
Salva Iriarte quiere renovar al jugador antes del comienzo liguero y si no lo logra se plantea venderlo a menor precio para que no se marche libre en junio
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
El Consejo de Administración de la Real Sociedad ha mirado a la cantera para afrontar la grave situación económica y deportiva en la que se encuentra el club desde que su afán por cambiar lo que encontró destrozó el único camino viable cuando se retomó en la temporada 2004-05.
La política de cantera no puede tener el objetivo de jugar con el máximo número de guipuzcoanos sino de estar en Primera con los mejores guipuzcoanos. Ahora hay quince en las plantillas de la Primera española y la Premier inglesa: Murillo, Zubiaurre, Gabilondo, Iraola, Aduriz y Etxeberria en el Athletic; Alberto y Llorente en el Valladolid; Iván Campo y Mikel Alonso (Bolton), Aitor (Almería), Xabi Alonso (Liverpool), Arteta (Everton), Garrido (Manchester City) y Deskarga (Levante). Además, Markel Susaeta cuenta para Caparrós y Sarriegi está en Grecia.
Muchos de estos jugadores son los que algunos decían que sólo jugaban en Primera por ser guipuzcoanos. Por desgracia el tiempo pone a cada cual en su sitio y ellos están en Primera y la Real, en Segunda. Pero no se puede sostener una política de cantera con semejante nivel de fugas, en muchos casos consentidas, porque la mayoría podían estar en la Real. El vaso está al límite y la gota que puede colmarlo es el caso de Xabi Prieto.
La intención de Iriarte
Salva Iriarte, que ayer acudió a hacer un informe del Inglaterra-Alemania que ponía fin a su trabajo con Gales, pretende acabar con el caso Xabi Prieto antes del 31 de agosto. O renueva o se le busca una salida. El director deportivo ha trasmitido una oferta al jugador y si no llega a un acuerdo antes de ese día contempla su venta por una cantidad muy inferior a los seis millones que se le fijó como precio, ya que no hay nadie que demuestre un interés por acercarse a esa cantidad ni de lejos.
Que Garrido haya sido vendido por dos millones de euros es una buena operación, por su voluntad de irse y porque cobrar esa cantidad por un lateral izquierdo que acaba contrato es mucho dinero. Sobre todo si Xabi Castillo demuestra la progresión de las dos últimas temporadas y si Sarasola confirma que es mejor que el vizcaino.
Que Mikel Alonso haya sido cedido al Bolton es comprensible porque era una experiencia apetitosa para el jugador. El puesto está bien cubierto y puede volver a final de temporada. Pero no se puede entender que Xabi Prieto sea vendido a bajo precio. Hay que tener tranquilidad y no precipitarse.
La Real ha cometido auténticas locuras para evitar el descenso de categoría gastando muchos millones que han dejado al club en Segunda y con una gran deuda. Ahora la mejor inversión es tener a Xabi Prieto en la plantilla y ponerle a prueba a él y a su representante, que tantas veces han manifestado que quieren renovar e incluso tras el descenso si se le presentaba un proyecto atractivo. El donostiarra debe tener la mejor oferta que pueda hacer la Real y no cabe hablar en ningún caso de su marcha ahora. Que la pelota de la renovación esté sobre el tejado del jugador y que sólo tenga la oportunidad de renovar o de aguantar un año en el centro de las miradas e irse a final de temporada gratis. Y que entonces se conozca la verdad, a lo que estaba dispuesto su representante.
No sobra nada de calidad
Cualquier buen proyecto de futuro para el club necesita del ascenso a Primera en el plazo más breve posible porque, si no, los mejores guipuzcoanos se irán a otros clubes y la Real tiene difícil fichar mejores jugadores fuera de sus límites, como se ve con los fichajes de los últimos años y con las credenciales que presentan Delibasic y Vaughan.
La Real tiene calidad suficiente para aspirar al ascenso, pero no le sobra nada. Absolutamente nada. Y el mejor fichaje para no desilusionar más aún a la afición es mantener al donostiarra. Se ha presentado el fichaje por Coleman como una apuesta a tres años, pero más que nunca lo importante es el corto plazo. La Real tiene más de 20.500 abonados que el 31 de diciembre deben decidir si renuevan o se dan de baja. Una cifra maravillosa para estar en Segunda. Y ese número sólo se puede mantener con buenos resultados y con la ilusión de un ascenso.
Por eso la presión va a ser grande y la dificultad también, porque la Segunda es una división muy complicada, más cuando se ha apostado por un entrenador que no conoce la categoría y por jóvenes de la cantera. Y en esa tesitura, jugadores de la experiencia y calidad de Xabi Prieto deben implicarse y dar todo para que el 30 de junio la Real esté en Primera División.
Y hasta entonces sería bueno que Xabi Prieto reciba ánimos. Anoeta debe cambiar su línea de los últimos años de buscar cabezas de turco que sólo provocará que los jugadores quieran irse. Si Xabi y todos los demás, sobre todo los de casa, reciben el cariño de su gente y el equipo sube a Primera, el futuro de la Real será halagüeño y los jugadores preferirán quedarse. Si no, no hay política de cantera viable.
Por lo menos, se debe esperar hasta diciembre y a un mercado de invierno en el que podría fichar por cualquier equipo de Primera que esté necesitado de refuerzos en ese momento. Ese mercado invernal de urgencias que ha matado económicamente a la Real es el único en el que cabe pensar en venderle, pero lo deseable es que renueve antes.