Según el jurado, el 80% de las cazuelas presentadas ayer al concurso de bacalao a la vizcaina eran de una excelente calidad. Y de entre todas ellas sobresalió la de Txomin Meabe, de Gamiz. El día anterior fue su mujer, Begoña Mendibil, la ganadora del certamen de txipirones en su salsa y él, segundo. Este matrimonio, que para sorpresa del público que se acercaba a su `txokito' en el Arenal no tiene restaurante, concurre cada día a cada plato de las citas gastronómicas de Aste Nagusia. El año pasado, se llevaron el premio al mejor cómputo global, y ya van cinco años seguidos. Y esta edición llevan el mismo camino.

«Buen género y paciencia», responde Begoña que es la clave. «El jurado dijo que no había probado nunca unos chipirones así», apunta Txomin. Mimo, pero sobre todo calidad del producto. «No miramos el precio», añade. Sólo el bacalao de cada una de las dos cazuelas presentadas ayer por ellos les salió por unos 300 euros. El premio era de 250 euros, pero, como revelan, «estas cazuelas ya están vendidas» a algún restaurante bilbaino. «Si no, no hay tu tía», se justifica Txomin. Los chipirones del día anterior les costaron 400 euros; el año pasado los vendieron luego por 900.