La OMS insta a la cooperación internacional para evitar la amenaza de pandemias
Las enfermedades infecciosas se propagan más rápido que nunca, según el último informe de la OMS, que advierte del riesgo de pandemias a escala mundial. Por eso, asegura que la salud pública de todos los países depende de la cooperación internacional y de su voluntad de actuar con efectividad en el control de las enfermedades, que actualmente se extienden rápidamente saltando fronteras, y en su deseo de apostar por los últimos tratamientos para los pacientes.
GARA |
La prioridad sanitaria en el presente siglo es evitar la propagación transfronteriza de las enfermedades infecciosas para prevenir una pandemia a escala mundial, según señala el informe anual de 2007 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que lleva por título «Un futuro más seguro».
La OMS recuerda que las compañías aéreas transportan a más de dos mil millones de pasajeros anualmente, «disparando así las oportunidades de los agentes infecciosos y sus vectores para propagarse rápidamente de un país a otro». «Un brote o epidemia en cierto lugar del mundo puede convertirse en apenas unas horas en una amenaza inminente en cualquier otro punto del planeta», añade.
En su informe, no sólo considera que las amenazas existen, sino que cree que van a crecer, ya que «están surgiendo nuevas enfermedades al ritmo, sin precedentes, de una por año». Además, la agencia de la ONU ha detectado en el último lustro más de 1.100 eventos epidémicos.
El cólera, la fiebre amarilla y las meningococias epidémicas han reaparecido en el último cuarto de siglo y la propagación de la resistencia a los antimicrobianos amenaza gravemente la lucha contra las enfermedades infecciosas, según alerta la OMS.
Asimismo, destaca con pesar que los esfuerzos globales para controlar las enfermedades infecciosas ya han sido «puestos en serio peligro» por la extendida resistencia a los fármacos, consecuencia de los malos tratamientos médicos y del abuso de los antibióticos, y la aparición de nuevas enfermedades transmitidas por los alimentos, como el «síndrome de las vacas loca».
Tres nuevas amenazas
El informe señala tres nuevas amenazas para la salud surgidas en este siglo: el «bioterrorismo», la aparición del SRAG (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave) y el vertido de residuos químicos tóxicos.
«El SRAG, primera enfermedad aparecida en este siglo, confirmó el temor, generado por la amenaza bioterrorista, de que un agente patógeno nuevo o poco común puede tener profundas repercusiones en la salud pública y la seguridad económica a escala internacional», dice.
De hecho, la OMS confiesa que «sería pecar de ingenuidad y de exceso de confianza suponer que no surgirá, tarde o temprano, otra enfermedad como el sida, la fiebre hemorrágica del Ébola o el SRAG».
«Si emergiera un virus pandémico plenamente trasmisible, no se podrá evitar la propagación de la enfermedad, que afectaría aproximadamente al 25% de la población mundial», agrega el documento.
«Los científicos están de acuerdo en que persiste el riesgo de una pandemia, la cuestión no es si se producirá, sino cuándo», subraya el informe, que se refiere en concreto al virus de la gripe aviar. Su cepa más peligrosa -H5N1- ha matado, desde su identificación en 1997, a 308 personas y las autoridades sanitarias temen que la próxima pandemia de gripe sea «probablemente de una variedad aviar» que podría afectar a cerca de 1.500 millones de personas.
Por eso, según la OMS, se hace esencial la exigencia de que todos los países cuenten con la capacidad básica para detectar enfermedades y colaboren entre sí ante las emergencias de salud pública de importancia internacional. «Muchas de las emergencias de salud pública descritas en este informe podrían haberse prevenido o controlado mejor si los países afectados hubiesen dispuesto de unos sistemas de salud más sólidos y mejor preparados» y, sobre todo, si se hubiera alertado a la comunidad internacional.
Cumplimiento del RSI
Por ello, aboga por el total cumplimiento del Reglamento Sanitario Internacional (RSI), aprobado en 2005 y que entró en vigor en junio de 2007, cuyo fin es detener las enfermedades en el lugar de origen y en sus fronteras internacionales a través de la prevención, detección y evaluación de los incidentes que puedan constituir una emergencia de salud pública de importancia internacional.
De hecho, la notificación internacional es obligatoria cuando se presenta un sólo caso de enfermedad que pueda poner en peligro la seguridad sanitaria mundial. Porque, subraya la OMS, «ningún país, ni rico ni pobre, está suficientemente protegido frente a la llegada de una enfermedad nueva o a las perturbaciones que pueda causar».
La directora general de la OMS, Margaret Chan, afirmó que «las amenazas ya no son locales, son globales, por lo tanto, la respuesta también tiene que ser global. Ningún país o agencia por su sola podrá enfrentar una amenaza sanitaria, es necesaria una colaboración global».