La depresión tropical Dean se extinguió en el interior de México
La depresión tropical Dean, que el miércoles llegó a Veracruz como huracán de categoría 2, «se disipó» ayer en el interior de México, informó el centro de huracanes. Indicó que «existe alguna posibilidad de que pueda reorganizarse en el Pacífico», aunque parece «improbable».
GARA |
Una vez que Dean tocó tierra el miércoles con vientos máximos sostenidos de 160 kilómetros cerca de la ciudad de Tecolutla, a unos 64 kilómetros al sur-sureste de Tuxpan (Veracruz), sufrió un «rápido debilitamiento» en su avance hacia el interior de México y «se disipó», según explicó el Centro Nacional de Huracanes (CNH).
El ciclón, que ya ha ocasionado una veintena de muertos a su paso por el Caribe, golpeó el martes la península de Yucatán con vientos de 260 kilómetros por hora (categoría 5) y ráfagas de 315 kilómetros por hora antes de salir a las aguas cálidas del Golfo de México. El miércoles, la depresión presentaba vientos máximos sostenidos de 55 kilómetros por hora y el centro estaba localizado sobre las montañas de México, a unos 150 kilómetros al noroeste de Ciudad de México. Los meteorólogos del CNH advirtieron sobre la posibilidad de que se registren deslizamientos de tierra, inundaciones y fuertes precipitaciones en las zonas del sur y centro.
De vuelta a los pozos
Tras el paso del huracán, la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) comenzó ayer el retorno de unos 18.197 trabajado- res a las plataformas petroleras en el Golfo de México para reanudar la producción suspendida el lunes.
Pemex indicó en un comunicado que hoy prevé «iniciar la recuperación de 2,65 millones de barriles diarios de crudo y de 2.234 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, que fue diferida a causa de este fenómeno meteorológico» .
La ONU consideró satisfactoria la respuesta de los países de la cuenca del Caribe ante el paso del huracán.
La subsecretaria adjunta para Asuntos Humanitarios de la ONU, Margareta Wahlstrom, dijo que la disminución en el saldo de fallecidos se debía a una mejor preparación de las autoridades y a la disposición de las poblaciones a seguir sus indicaciones. «En los últimos años hemos notado un cambio en las medidas de prevención, en los sistemas de alerta y la disponibilidad de la población a poner de su parte», afirmó.
Wahlstrom señaló que casos como el de Dean muestran la utilidad de establecer planes de emergencia y respuesta a desastres, como el que cada año elabora la ONU junto a los gobiernos regionales en Panamá antes del inicio de la temporada.