Por los menos nos queda el DVD para poder admirar las pocas películas que nos llegan de Bollywood, ese fenómeno del que tanto se habla sin que revierta en la distribución. «The Rising» está considerada como la película más cara salida de los estudios de cine asentados en Bombay, si bien se asemeja en su magnífico sentido del espectáculo a la no menos extraordinaria «Lagaan», con la que comparte a su protagonista Aamir Khan, la máxima estrella del cine hecho en India. La estructura narrativa también es la misma, ya que cada bloque dramático se abre con un gran número musical, alargando la duración de la película por encima de las tres horas, arraigada costumbre local que suele provocar recortes en la versión del montaje para el mercado occidental.

«The Rising» es un homenaje al héroe nacional indio Sepoy Mangal Pandey, quien en el año 1857 lideró la conocida como revuelta de los cipayos. Cuenta la historia que la sublevación de estos soldados nativos que servían en el ejército de la Compañía Británica de las Indias Orientales surgió por un motivo religioso, cuando sus creencias no fueron respetadas y les obligaron a morder los cartuchos de pólvora engrasados con grasa animal de vaco o cerdo.

La película se encarga de recalcar por activa y por pasiva que dicha anécdota no fue más que la mecha que encendió la pólvora anticolonialista, dando origen al movimiento independentista culminado un siglo después. A la manera de «Los duelistas», el director Ketan Mehta plantea la amistad entre un oficial inglés y Pandey que, por culpa de las circunstancias históricas, se verá truncada a partir del inicio de la rebelión con el consiguiente enfrentamiento. No es que en este título Pandey sea presentado como un borrador de Gandhi, sino que se guía por el principio filosófico según el cual es imposible cambiar el mundo pero alguien tiene que empezar a hacerlo.