Las comparsas exijen la retirada de una cámara de vigilancia del Arriaga
La presencia de una cámara de vigilancia enfocada hacia una parte del recinto festivo de las txosnas motivó ayer la denuncia de Bilboko Konpartsak, que quiso sacar a la luz este hecho después de que desde el Ayuntamiento bilbaino no se haya atendido su reclamación de que fuera retirada mientras dure Aste Nagusia. Según este colectivo, se ha incumplido un acuerdo existente desde hace años para evitar cualquier control policial sobre las txosnas.
Joseba VIVANCO | BILBO
Justo en la parte trasera del teatro Arriaga, dirigida hacia el espacio que ocupan txosnas como las de Kaixo o Kaskagorri y casi oculta en un pequeño ventanuco. Allí está situada una cámara de vigilancia que, ayer, Bilboko Konpartsak denunció de manera pública y reiteró su exigencia de que fuera retirada de allí de inmediato.
Justo cuando la fiesta apura sus últimas jornadas, y después de varios días en que la lluvia ha sido lo único que ha interferido en el normal desarrollo festivo del recinto txosnero, las comparsas han denunciado la primera injerencia en esta tónica. «Muy a pesar de lo que quisiéramos, nos vemos obligados a dar esta rueda de prensa para denunciar un hecho muy importante y que no debería darse en estas fiestas, incumpliendo el acuerdo tácito que tenemos con concejalía, sobre la no existencia de Polícia dentro del recinto festivo», pusieron de manifiesto representantes del colectivo de comparsas en el mismo lugar que vigila la citada cámara. «Este hecho -prosiguieron- se ha vulnerado con la existencia de una cámara de vigilancia social que tenemos ahí arriba».
A juicio de las comparsas, «no tiene ninguna justificación» la presencia, no fácilmente perceptible, de dicho sistema de control. Lo cierto es que apenas sí se distingue el objetivo de la cámara, entre una especie de persiana.
Esta denuncia pública llega después de que el hecho haya sido puesto en conocimiento de la Concejalía de Cultura. «Se lo hemos traslado a ellos y también al teatro Arriaga para que procedan a su desmontaje», señalaron. Sin embargo, no han obtenido ninguna contestación. «Por parte de ellos no ha habido respuesta afirmativa y es por ello que nos hemos visto obligados a dar esta rueda de prensa para denunciarlo», volvieron a insistir.
Cultura hace caso omiso
La concejala responsable de Cultura conoce los hechos, según dijeron, ya que ellos mismos lo pusieron en su conocimiento días atrás.
«Nos dijo que desconocía totalmente este dato. Suponemos que habrá hecho las gestiones para enterarse, pero lo cierto es que no iban a realizar ningún trámite para retirarla», se quejaron los representantes de estos colectivos.
Los comparseros reiteraron que desde hace años existe un «acuerdo tácito» de no control policial del recinto festivo. «Esta cámara, su único fin, a nuestro entender, es el de vigilar a cierta parte de las txosnas o de las comparsas», dejaron claro.
Sobre la posible existencia en el espacio de las txosnas de otras cámaras, tan sólo señalaron que «tenemos muy claro que en el Casco Viejo y Arenal existen otro tipo de cámaras, pero ésta es visible y es una clara provocación, porque, insistimos, no tiene otro objetivo que vigilar».
Ha sido éste el único inciente registrado en el recinto txosnero. Por lo demás, la jornada de ayer volvió a hacer mella en el programa elaborado por las comparsas y es que la lluvia, pero más el estado de la ría, imposibilitó que se llevara adelante los habituales juegos de agua que debían celebrarse a mediodía. Desde primera hora de la mañana ya se decidió su suspensión para evitar cualquier tipo de incidente.
Bilboko Konpartsak dio a conocer ayer tarde el resultado de los premios que concede cada Aste Nagusia. Los ya tradicionales son los de las banderas Azul y Marrón. La primera, «la positiva», según ellos, fue a parar al ex-concejal de Cultura Jon Sánchez, ya que consideran un «honor» que haya abandonado su cargo, dado que «las fiestas mejorarán mucho sin él». La Marrón ha recaído en Urko Aristi, presentador del esoacio del tiempo en el Teleberri estos días, porque «justo aciertó con el pronóstico de que iba a llover. ¡Para una vez que no se equivocan!».