AI documenta que Sudán viola el embargo de armas en Darfur
Amnistía Internacional (AI) divulgó ayer tres fotografías que, según la organización pro derechos humanos, muestran que el Gobierno de Sudán viola en la maltrecha región de Darfur el embargo de armas impuesto por la ONU a ese país. Denunció que «el Gobierno sudanés sigue desplegando armas en Darfur en un increíble desafío al embargo impuesto por la ONU y a los acuerdos de paz», por lo que reclama al Consejo de Seguridad que actúe con «energía».
GARA | LONDRES
«El Gobierno sudanés aún despliega armamento en Darfur (oeste del país africano) en un impresionante desafío del embargo de armas de la ONU (decretado el 29 de marzo de 2005) y los acuerdos de paz de Darfur», denuncia Amnistía Internacional en un comunicado emitido desde su sede en Londres. La organización pro derechos humanos dio a conocer ayer tres fotografías enviadas por testigos oculares que fueron tomadas en julio en el aeropuerto El Geneina de Darfur.
En una de las fotografías aparecen soldados del Ejército sudanés que depositan contenedores en camiones militares después de haberlos descargado de un avión Antonov operado por la sociedad Azza Transport, investigada por la ONU por presunta ruptura del embargo.
Otra instantánea enseña un helicóptero militar Mi-17 de fabricación rusa perteneciente a la Fuerza Aérea Sudanesa, señala el comunicado, que precisa que Moscú firmó un acuerdo con Jartum para suministrar al menos quince aparatos de ese tipo en 2005 y 2006.
La tercera imagen muestra un helicóptero de ataque Mi-24, también de fabricación rusa.
Amnistía Internacional indica que las fotografías «refuerzan las pruebas aportadas en su informe difundido en mayo pasado bajo el título `Sudán: las armas siguen espoleando la grave violación de derechos humanos en Darfur'».
«Los ataques aéreos contra civiles por parte del Gobierno de Sudán continúan, toda vez que la ONU informó de ataques aéreos en el norte de Darfur a finales del pasado junio», denuncia.
Reclama, por ello, al Consejo de Seguridad de la ONU que «actúe con energía para garantizar que el embargo de armas se respeta. Para ello, entre otras cosas, deben desplegarse observadores en todos los puntos de entrada a Sudán y Darfur».
AI también expresa su preocupación sobre «informes de guardias armados que patrullan las fronteras de Darfur desde El Geneina usando todoterrenos militares Land Rover en asentamientos civiles».
Remarca que «la proliferación de armas ligeras y de vehículos militares en Darfur ha acarreado un aumento de los ataques armados contra convoyes de ayuda humanitaria» dirigidos a la población de la región.
AI denunció que los ataques aéreos del Gobierno sudanés contra la población civil de Darfur continúan.
Darfur vive un conflicto armado desde que, en febrero del 2003, los grupos del Movimiento Sudanés de Liberación (MSL) y el Movimiento Justicia e Igualdad (MJI) se alzaron en armas contra la pobreza y marginación de la zona.
Unas 200.000 personas han muerto desde entonces y otros dos millones se han visto forzadas a abandonar sus hogares y a alojarse en campos de refugiados en Sudán y Chad, en lo que, según la ONU, constituye uno de los peores desastres humanos de este siglo.
«El Gobierno no ha hecho nada por impedir los ataques, lanzados por grupos étnicos que utilizan armas y vehículos del Gobierno de Sudán. El 31 de julio, el grupo de los `rizeigat' septentrionales lanzó un ataque contra el grupo `tarjem' que causó la muerte de al menos 68 personas», destacó AI.
El mismo día de ese ataque, la ONU aprobó una resolución para el envío de una nueva fuerza. «La medida no da a los responsables del mantenimiento de la paz el mandato para desarmar a las milicias respaldadas por el Gobierno y a los grupos armados de oposición», indicó AI.