La dimisión de Leterme origina una crisis política en Bélgica
GARA | BRUSELAS
El monarca belga Alberto II mantiene la incógnita acerca de qué paso dará para tratar de dar salida a la crisis política que se confirmó en la tarde-noche del jueves, cuando el ganador de las elecciones del pasado 10 de junio, el democristiano flamenco Yves Leterme, desistió de sus esfuerzos para formar Gobierno ante las diferencias irreconciliables entre flamencos y valones sobre el reparto de competencias entre el Estado federal y las comunidades y regiones.
Los flamencos quieren ampliar las competencias de las comunidades y las regiones en los órdenes judicial, fiscal, cultural, en materia de inmigración o incluso en la gestión del código de circulación, cuestiones que los negociadores valones consideran que sería «el fin de Bélgica».
Las negociaciones saltaron por los aires definitivamente cuando una nueva reunión volvió a terminar con la única conclusión de la dificultad para un acuerdo.