La secretaría técnica albiazul sigue trabajando contra el reloj para cerrar la plantilla de cara a la temporada que comenzará mañana y, con el plazo para realizar incorporaciones abierto hasta el 31 de agosto, el club decidió dejar sin dorsal para esta primera jornada a Ian Uranga y a Andrea Orlandi, que no parecen gozar de la plena confianza de Josu Uribe y que parecen los claros candidatos a abandonar el club en caso de que fructifique alguna incorporación.

En las últimas horas se especuló con la posible llegada del joven Asier Arranz para reforzar la banda izquierda procedente del Valladolid, pero la operación no terminó de fructificar a pesar de que el acuerdo entre ambos clubes parecía total. De hecho, en una nota colgada en la web del equipo castellano se informó de que han asignado a Asier el dorsal 25 a la espera de que fructifique alguna cesión, ya que el centrocampista segoviano de 20 años no entra en los planes de Mendilibar para Primera, a pesar de ser una de sus apuestas de futuro.

En la lista de dorsales facilitada por el Alavés ayer por la tarde, el equipo gasteiztarra se reserva cuatro fichas -los dorsales 9, 12, 16 y 25- que serán repartidas según vaya cerrándose la plantilla. Ahora mismo, al margen de Uranga y Orlandi, hay otros cuatro jugadores que no tienen dorsal; Bonano, Brandán, Wesley y Pape Thiaw, que fueron descartados por Josu Uribe nada más hacerse cargo del equipo albiazul.

Entre estas cuatro fichas libres, el Alavés tiene incluso la posibilidad de incorporar a un extranjero, ya que ahora mismo sólo Wellington Paulista ocupa plaza de extracomunitario. Las prioridades del Alavés en el mercado son las de un delantero centro; el deportivista Xisco y Calandria, sin sitio en el Hércules, han sonado como posibilidades, y un jugador para la banda izquierda.

Presentación de Rodríguez

Entretanto, tras el primer entrenamiento que realizó junto a sus nuevos compañeros, el Alavés presentó ayer oficialmente a Sergio Rodríguez la, hasta ahora, última incorporación. El centrocampista riojano, que apenas tuvo minutos en el Cádiz una vez que Oli, su máximo valedor en el equipo amarillo, fuera cesado, fue definido como un jugador de calidad y con llegada por el director deportivo Carlos Lasheras.

En sus primeras declaraciones como nuevo futbolista alavesista, el riojano destacó las ganas de hacerlo bien que había percibido entre sus nuevos compañeros y solicitó que la afición de Gasteiz se involucre con su equipo, a la vez que prometió «mucho trabajo y un gran espíritu de lucha».

Sergio Rodríguez Martínez, que nació en Logroño hace 29 años, de 1.75 metros y 70 kilos, ha ofrecido su mejor fútbol en el Lleida, equipo del que lo fichó el Cádiz la pasada temporada. Tras iniciarse en el equipo de la Peña Madridista en Logroño, pasó a los equipos del Loyola y al filial del Logroñés, fichando más tarde por el Balaguer ilerdense (temporada 2000-2001), donde coincidió con el actual segundo entrenador alavesista, Julio Bañuelos.

«Estoy muy contento de venir al Alavés porque es un equipo que está radicado muy cerca de mi casa, en Logroño, y, una vez que ya estoy en Vitoria, tan sólo espero sacarme la espina que tengo clavada por no haber podido triunfar en el Cádiz», remarcó el nuevo centrocampista albiazul.

Sergio Rodríguez ya se ejercitó durante la matinal de ayer en las instalaciones de Ibaia con el equipo que dirige el técnico Josu Uribe, aunque todavía es muy pronto para saber si podrá debutar mañana en el encuentro de la primera jornada de liga contra el Nástic en el Nou Estadi de Tarragona.