Ibarretxe insiste en defender una consulta que no concreta
El lehendakari abrió el curso político autonómico anunciando su intención de relanzar en el Parlamento de Gasteiz «un debate en torno al principio ético de todos los derechos para todas las personas, y al principio democrático de la capacidad de decisión de la sociedad vasca».
GARA | DONOSTIA
El Ejecutivo de Lakua sigue alimentando la expectación sobre las iniciativas que anunciará el próximo 28 de setiembre en el Pleno de Política General de la Cámara de Gasteiz. Tras el tradicional primer Consejo de Gobierno del curso que se celebra en el Palacio Miramar de Donostia, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, compareció ante los medios de comunicación para señalar que en las próximas semanas el tripartito presentará propuestas para «avanzar en el objetivo» de dar a la sociedad vasca «la paz y la palabra, el derecho a decidir».
El deseo de Ibarretxe, según manifestó ayer, es «impulsar y liderar» un debate en torno «al principio ético de todos los derechos humanos para todas las personas» y al «principio democrático de la capacidad de decisión de la sociedad vasca, con todas las consecuencias».
Pese a las diferencias políticas que los diversos integrantes del tripartito han demostrado publicamente en las últimas semanas sobre cuestiones como las condiciones para la celebración de una consulta -diferencias que incluso se dan en el seno de cada uno de los partidos-, el lehendakari se mostró convencido de que las propuestas que se planteen contarán «con el rotundo apoyo de las tres formaciones políticas que están en el gobierno».
No ocultó Ibarretxe que los socios tienen sus «rifirrafes políticos», pero avaló su promesa de consenso señalando que este verano ha hablado poco en los medios de comunicación y «mucho por debajo» con PNV, EA y EB y sabe «muy bien» lo que estos partidos piensan «entre bambalinas».
En su intervención ante los medios, Juan José Ibarretxe defendió la necesidad de «separar el concepto de paz y el proceso político» de superación de la violencia, por un lado, y el concepto de «normalización política», por otro. A su juicio, «la violencia debe desaparecer al margen de que existan o no acuerdos políticos» y, a su vez, «la normalización política y por, tanto la búsqueda de acuerdos para establecer un modelo de relación amable de convivencia entre Euskadi y España no puede depender de la existencia o no de ETA». De lo contrario, dijo que «estaríamos asumiendo» que la organización armada «tiene el timón, la gestión de la agenda política».
«No sé cuándo»
Al tiempo que criticó la actividad armada de ETA, también acusó al PSOE de no respetar «la voluntad de los vascos». De hecho, llamó la atención sobre el hecho de que «tampoco respeta las decisiones de su propio partido» en Nafarroa.
Juan José Ibarretxe insistió en que «el futuro de este país no lo van a decidir en Madrid el PSOE y el PP». «Que se les vaya de la cabeza a quienes tortuosamente quieren una y otra vez negar el derecho de este pueblo a decidir su futuro. No se cuándo se va a dar, pero el futuro de este pueblo se va a decidir en Euskadi», reiteró.
Recordó que él dio su «palabra» cuando fue elegido lehendakari de que iba a tratar de «dar a la sociedad vasca lo suyo, la paz y la palabra» y aseguró que está dispuesto, «hoy más que nunca, a cumplir esta palabra», y que lo hará con el apoyo del tripartito. «Yo di mi palabra al pueblo vasco en el año 2001 y mi vida política acabará cumpliendo la palabra», afirmó.
A partir de ahí, el tripartito buscará mayorías, impulsará debates y concluirá «con una consulta democrática a la sociedad para decidir su propio futuro».
Preguntado expresamente sobre si la consulta se celebrará esta legislatura, Ibarretxe dijo que no es «adivino» y que también depende de otras «voluntades» además de la suya y la del Gobierno.
Sobre la posibilidad de que la mencionada consulta se realice mientras ETA continúe con su actividad armada, señaló que la organización no puede decidir sobre las «agendas política», pero que su violencia es «uno de los grandes obstáculos» para que el pueblo vasco decida su futuro, «incluso para que lo pudiera haber hecho ya».
El acuerdo de gobierno suscrito por PNV, EA y EB recoge su «voluntad de impulsar los instrumentos de diálogo y procedimientos, que de forma pactada se determinen, para alcanzar un consenso integrador en relación con las diferentes visiones y sensibilidades políticas existentes en la sociedad vasca sobre los aspectos cruciales para la normalización política. Esto es, el reconocimiento del pueblo vasco como sujeto de decisión, la territorialidad, el derecho a decidir y el pacto bilateral con el Estado como instrumento para la convivencia».
Por ello, la actual legislatura es definida por el tripartito como la del acuerdo y la decisión. Según se compromete en el texto, el Gobierno «solicitará al Parlamento Vasco autorización para que, en un escenario de ausencia de violencia y sin exclusiones, se realice una consulta popular a la sociedad vasca que ratifique el Acuerdo Político alcanzado».
Según se añade en el programa, «esta autorización del Parlamento deberá incorporar, de forma pactada, los diferentes aspectos relacionados con la propia consulta, tales como la ratificación de las condiciones de ausencia de violencia y no-exclusión, los principios democráticos establecidos para la aceptación de los resultados y el procedimiento habilitador para su negociación e incorporación en el ordenamiento jurídico».