Las pesquisas policiales en torno al atentado perpetrado por ETA el pasado viernes contra la casa-cuartel de la Guardia Civil en Durango fueron filtradas ayer a diversas agencias. Fuentes policiales destacan que el temporizador utilizado por la organización armada fue programado para que estallase sólo 45 segundos después.

Las agencias españolas explican que alrededor de las 3.30 de la madrugada del jueves, una furgoneta fue aparcada dando la espalda a las instalaciones del instituto armado. Señalan que su ocupante se bajó de éste y se dirigió hacia otro vehículo que lo esperaba, abandonando el lugar. Sin embargo, momentos después este segundo coche dio un volantazo regresando de nuevo al lugar. Según las tesis policiales, el mismo militante que había aparcado la furgoneta se introdujo de nuevo en ella para «manipular el artefacto». Concluyen que este miembro de ETA habría vuelto a programar el temporizador para que estallara muy poco después.

Tras ello, esta persona se dio a la fuga junto a otra compañero en el vehículo de apoyo.

El día después del atentado, fuentes oficiales ya subrayaron que el agente que se encontraba de guardia en la garita no tuvo tiempo material para activar el sistema de inhibición que hubiera impedido la explosión.

Las informaciones dadas a conocer ayer también señalan que el segundo vehículo que finalmente fue explosionado en Zornotza era un Seat Ibiza alquilado en mayo en Portugal. La Guardia Civil sopesa que este coche fue conducido a Euskal Herria nada más recogerlo en Oporto y escondido hasta su utilización. Asimismo, las investigaciones se centran en conocer cómo abandonaron Zornotza los dos militantes de ETA.

La Policía teme que a pesar de las detenciones la infraestructura de ETA en Bizkaia pueda estar «intacta».