Etxerat buscará este curso «crear una ola contra la violencia de los estados»
Como último viernes de cada mes, Etxerat volvió a salir a la calle con el fin de recordar que la política penitenciaria de los estados español y francés «sólo acarrea dolor, heridas y muerte». El organismo que reúne a familiares de represaliados aseguró que el curso que comienza ya mismo será testigo de «una verdadera defensa de los derechos de los represaliados», ya que Etxerat pretende crear una «gran ola social» mediante el compromiso diario.
La solidaridad de la ciudadanía de Euskal Herria con sus represaliados políticos no entiende de estaciones ni de vacaciones y muestra de ello son el sinfín de concentraciones y movilizaciones realizadas a lo largo y ancho del país durante los meses veraniegos.
Ayer, como cada último viernes de mes, fueron numerosas las personas que se volvieron a concentrar. Durante media hora y en la mayoría de los lugares en silencio, todas estas personas unidas alrededor de la pancarta de Etxerat reclamaron respeto a los derechos de los presos.
Etxerat recordó que mientras los políticos salen a la palestra hablando de paz y democracia sus familiares «son objeto de una política criminal».
Criticaron que los presos gravemente enfermos «siguen secuestrados» y trajeron a colación la situación que padece Angel Figeroa, preso gravemente enfermo que recientemente a vuelto a tener dos nuevas crisis. Etxerat denunció que el Estado español haya vuelto a denegar le la aplicación del artículo 92.
A juicio de esta asociación, que reúne a familiares de represaliados políticos vascos, la política penitenciaria solamente acarrea «dolor, heridas y muerte». Recordaron que ni siquiera ponen en libertad a aquellos presos que ya han cumplido, de manera íntegra, su condena.
No obstante, tal y como resaltaron, mientras están cumpliendo la condena se les mantiene dispersados bajo duras condiciones de vida.
«Presos en constante lucha en defensa de unas dignas condiciones de vida, cambios de prisión ordenados por una fría y cruel oficina gubernamental anti-derechos, parejas separadas, soledad». Así describió Etxerat el día a día del Colectivo de Presos Políticos Vascos.
En las concentraciones realizadas en toda la geografía de Euskal Herria también tuvieron presente la dura vida que padecen los exiliados políticos vascos, donde recordaron a Sabin Euba, histórico refugiado vasco fallecido el pasado 5 de agosto.
Cariño y solidaridad
A juicio de este organismo «la gravedad intramuros» exige terminar con esta situación. Etxerat aseguró que tiene mucho que decir tanto al Estado español como al francés en torno a la «cada vez más cruel política penitenciaria».
En el próximo curso que echara andar en setiembre, Etxerat seguirá reuniendo y reforzando fuerzas. Así lo hizo saber ayer. Y el único objetivo de esta labor será crear, mediante el compromiso, una ola social que ponga fin a la «violencia de los estados». Resaltaron que «el cariño, la solidaridad y el compromiso diario» es su «pan de cada día» por lo que abogaron por seguir en esta línea hasta conseguir que sus familiares, tanto prisioneros como exiliados, vuelvan a casa, vivos y para siempre.