Las autoridades uruguayas reforzaron ayer la vigilancia en la ciudad de Fray Bentos ante el anuncio de una manifestación argentina contra la instalación de la fábrica de celulosa de Botnia.

El viceministro de Interior, Ricardo Bernal, afirmó que se garantizará «el mantenimiento del orden y el libre tránsito».

Integrantes de la Asamblea Ambientalista de la ciudad argentina de Gualeguaychú, separada de Fray Bentos por el río Uruguay, anunciaron para mañana una caravana de unos mil vehículos para protestar en las «puertas» de la planta celulosa, que será inaugurada próximamente.

El Gobierno argentino y asociaciones medioambientalistas consideran que la industria instalada por la firma finlandesa contaminará la zona y perjudicará el turismo.

En el departamento uruguayo de Río Negro, cuya capital es Fray Bentos, las autoridades dispusieron la instalación de dos vallados especiales y el desplazamiento de policías de Montevideo para reforzar las medidas de vigilancia en la zona.

El peor conflicto

La construcción de esta planta ha generado el peor conflicto entre ambos países en décadas y ha derivado en denuncias cruzadas frente a la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Desde Argentina, un miembro de la Asamblea Ambientalista destacó ayer que «no es necesario» el fuerte operativo policial uruguayo.

«Nuestras manifestaciones son pacíficas. Mañana se leerá algo y, si nos dejan, pasaremos pancartas y banderas», señaló a los medios Jorge Fritzler.

El subjefe de la oficina de Relaciones Públicas de la Armada uruguaya, Marcelo Larrobla, anunció que la institución tomará las medidas que correspondan frente a esta movilización. Indicó también que pedirá la colaboración de Argentina en caso de que se decida sancionar a las embarcaciones de este país que el miércoles entraron en aguas uruguayas.