La compañía Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) obtuvo en el primer semestre del año un beneficio neto de 36,5 millones de euros, un 254% más que en el mismo periodo del año anterior, según informó ayer la firma a la CNMV.

La cifra de negocio fue de 439,1 millones de euros, un 17% superior al registrado en 2006, mientras que el resultado de explotación se triplicó y alcanzó los 40,7 millones de euros.

La compañía atribuye la positiva evolución de sus cuentas al buen resultado de los contratos con Renfe para suministrar trenes de cercanías y de alta velocidad; a los del metro de Barcelona y a los de Argel, así como a «la constante mejora de la productividad y de la gestión de compras».

A 30 de junio, la cartera de pedidos de la compañía se situó en 3.014.401 miles de euros, un 9% más que la del año pasado.

En abril ya había logrado 16,6 millones de euros de beneficios, la mitad de lo conseguido en todo el ejercicio precedente. Ya entonces, el presidente de la compañía, José María Baztarrika, avanzó ante la Junta de Accionistas que «se incrementarán significativamente las cifras de ventas y de resultados con respecto a 2006, mejorando la rentabilidad de la compañía».

Subrayó que la coyuntura favorable para la empresa debía servir como «base para avanzar en objetivos estratégicos» para hacer frente a competidores y a la aparición de nuevos fabricantes en países emergentes.