Josebe EGIA
Asignatura básica
Ya estoy aquí! Dispuesta a seguir Zirika zan(eando) desde este txoko y a enfrentarme a la cruda realidad, que la «cosa» no está para echar cohetes. No recibimos más que amenazas: en lo político, en lo social... y, para colmo, el euribor creciendo sin parar. Además, el comienzo del curso escolar, que trae de cabeza a las familias para llegar a fin de mes, aunque éste viene con una noticia que, si no se queda en un plan más sobre el papel, me parece que puede tener calado para mejorar la convivencia en el futuro.
La buena nueva es que en la CAPV 115 colegios de la red pública implantarán este curso un plan para atajar la violencia en las aulas, diseñado por el Departamento de Educación del Gobierno vasco. En los centros se crearan Observatorios de Convivencia. La meta, según Educación, es «construir unas relaciones en los centros educativos que se fundamenten en el respeto a la dignidad de todas las personas, basadas en valores como la paz, la convivencia, la tolerancia, la libertad, la solidaridad, la igualdad, la justicia y el respeto a los Derechos Humanos».
Hasta ahora las iniciativas formativas desarrolladas en esta línea desde el año 2000 no tenían carácter obligatorio y sólo eran algunos centros y parte del profesorado quienes se apuntaban a los cursos. El nuevo plan, en cambio, establece que todos los colegios de la red pública vasca deberán crear en el plazo de tres años estos Observatorios de Convivencia en los que, además del profesorado y el alumnado, se integren las madres y los padres. Aquí puede estar el talón de Aquiles que a ver como lo ataja Educación, porque quienes participan, cuando lo hacen, mayoritariamente son las madres, brillando los padres por su ausencia. De hecho, la queja mayor del profesorado, en Primaria y en Secundaria, es la dificultad para comunicarse con las familias.
Lástima que ese mismo Departamento haya tomado una decisión totalmente incongruente con el plan anterior. Ha enviado una recomendación a los institutos de Secundaria para que impartan la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía en segundo de la ESO, lo que pospone al curso 2008-2009 una materia que no es sino el complemento de su programa. ¡Ay, lo que influye la Iglesia católica española!
He leído los contenidos curriculares de Educación para la Ciudadanía y, francamente, creo que sus principios son básicos para desarrollar la convivencia y la cohesión social: el fomento de la tolerancia y el respeto al pluralismo, a la diversidad e interculturalidad; la igualdad radical de toda persona, el rechazo a la discriminación y la violencia hacia las mujeres, al racismo, la xenofobia o la homofobia...
En definitiva, asignatura básica que, además de en la escuela, habría que impartir a las y los políticos que van a impedir un alarde igualitario el día 8 en Hondarribia. Empezando por Borja Jáuregui y José Antonio Santano, alcaldes de Hondarribia e Irún respectivamente y principales responsables de la discriminación a las mujeres de sus pueblos.