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Ana Sarobe Mitxelena y Nekane Pérez Salvatierra Miembros de Orreaga Fundazioa

«Navarra, impulso permanente»

Exposiciones como ésta solamente valen para mostrar a los descendientes de nuestros conquistadores lo que quieren ver, sumisión y autoodio, pero no para contarnos con veracidad la historia y cultura de Nafarroa

El Gobierno de Nafarroa ((Dirección General de Comunicación-Servicio de Protocolo y Publicaciones) ha montado una exposición titulada «Navarra, impulso permanente» que se puede ver estos días en la Ciudadela. Esta exposición itinerante también se ha expuesto y expondrá durante este año en doce ciudades de la península.

En la exposición, redactada por Ramona López Bauzá, creemos que a dedo, se recogen doce temas -muchos de ellos de auténtico autobombo- y en sus paneles aparecen aspectos tanto históricos, culturales, sociales, turísticos, políticos, como los de actualidad, industria e innovación.

Lo que nos ha llamado la atención en especial es la ocultación de algunos hechos históricos que parece avergonzar a nuestros gobernantes y, por tanto, tratan de olvidarlos. Así, en los paneles «Crisol de Culturas (s. IX-s. XV)» se nos cuenta «cómo nació el Reyno de Pamplona, que luego dio origen al Reyno de Navarra» y también que «Navarra en la Edad Media fue un ejemplo de convivencia fructífera entre grupos de distintas razas, lenguas y religiones». Lo que no nos dicen es cómo desapareció el Reyno de Navarra y quiénes y cómo nos conquistaron.

En los paneles «Navarra defiende su autogobierno», más de lo mismo. Nos cuenta que hasta el año 1839 «disfrutábamos de unos fueros pactados con el estado y cumplidos y respetados recíprocamente... Luego Navarra pierde el rango de Reyno y dos años más tarde, con la ley Paccionada de 1841, se constituye con rango de provincia...». Nada nos dicen con que métodos se obligó a Nafarroa a dejar de ser lo que quedaba del Reyno. Por lo visto fue por arte de magia...

En los paneles «Impulso democrático (1975-1984)» nos cuentan que en el año 1982 Nafarroa y el Estado alcanzaron el Pacto de la Reintegración Foral... Lo que no nos dicen es que en ese pacto nada tuvo que ver la sociedad navarra. Se nos hurtó nuestra aportación como navarros y navarras y hoy es el día en que está sin refrendar el Amejoramiento del Fuero, por lo que el mismo tiene legitimidad legal, pero no democrática.

En los paneles «La Cultura Popular» hablan de «la recia personalidad navarra y el hondo aprecio a sus raíces históricas y a sus señas de identidad... fiestas populares, música, danzas, etc.», pero no dicen nada de la lingua navarrorum, el euskera. Por lo visto en estas tierras nunca se llegó a hablar esa lengua, por lo que tampoco la consideran patrimonio cultural alguno a mantener.

Para terminar, la exposición, que está toda en castellano, se puede seguir a través de dos folletos, uno en castellano que tiene 14 páginas y un minifolleto en Euskera que representa dos páginas del de castellano. Como siempre, marginando la lengua autóctona.

La historia de Nafarroa es de las historias de los reinos o estados más tristes que conocemos, aunque algunos hechos históricos legendarios nos hablen de la dignidad de muchos navarros que perdieron sus vidas y haciendas en su defensa. De esto tampoco la exposición nos cuenta nada. No aparecen la cruel conquista por parte de los castellanos con muertos por millares, ni las gestas heroicas del mariscal Pedro de Navarra, de la Familia de Francisco de Jaso, de los 5.000 navarros muertos en la Batalla de Noain, de los resistentes en el castillo de Amaiur y posteriormente en Hondarribia, etc. Tampoco hace mención a los más de 4.000 asesinatos ocurridos durante el alzamiento fascista. No mencionan la expoliación de nuestros recursos y patrimonio, como son los numerosos castillos derruidos y más recientemente, entre otros, los restos arqueológicos aparecidos en la Plaza del Castillo, etc.

Exposiciones como ésta solamente valen para mostrar a los descendientes de nuestros conquistadores lo que quieren ver, sumisión y autoodio, pero no para contarnos con veracidad la historia y cultura de Nafarroa desde su nacimiento como Reyno independiente hasta nuestros días.

Lo mínimo que le exigimos al Gobierno de Nafarroa es que con nuestro dinero no nos mientan y oculten nuestro pasado histórico y nuestro presente, pero tal como están las cosas, y siendo Nafarroa «razón de estado», por lo visto todo les está permitido.

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