Eurobasket 2007
Un torneo entre la reválida local y la revuelta de los rivales
La selección española parte con la vitola de favorita en el Eurobasket, aunque la igualdad y la opción de la sorpresa, con no menos de cuatro candidatos más al oro, marcará el devenir del torneo
Arnaitz GORRITI | DONOSTIA
El Eurobasket 2007 arranca desde hoy hasta el 16 de setiembre con la elite del baloncesto continental y la duda principal de saber si el torneo será la reválida del campeón del mundo o la revuelta de quienes lo quieren evitar a toda costa.
En principio, la selección española dirigida por Pepu Hernández parte como favorita para la mayoría de las quinielas. Son los vigentes campeones mundiales y mantienen el mismo bloque; vienen invictos de los partidos de preparación y, al ser los anfitriones, contarán con el favor del público y puede que puntualmente de los árbitros.
Sin embargo, una nube negra cruza su horizonte: Jorge Garbajosa. El ex de Tau Baskonia fue clave en el oro del año pasado en Japón, pero una grave lesión de tobillo lo ha tenido inactivo en los cinco últimos meses.
La selección española, después de batallar por un seguro que convenza a los Toronto Raptors -preocupados por la opción de recaída del madrileño-, ha preferido a un Garbajosa fuera de forma que a un Jordi Trías -MVP de la última Copa- en forma y dispuesto a asumir el rol de último pívot. Todo ello hace que el oro -que se da por hecho en círculos más forofos que especializados- no esté tan claro. Con Garbajosa a tope -sus triples, su defensa, su inteligencia- Pau Gasol y Navarro campan más libres. Con Garbo a medio gas, otros como Calderón o Rudy Fernández deberán dar un paso adelante.
Francia, Grecia, Italia, Alemania...
Por otro lado, hay otras selecciones que tienen mucho que decir, ya que poseen calidad como para poner en cuestión el favoritismo de cualquiera y algunas de sus estrellas se han «escondido» durante la preparación. Entre esas candidatas, Francia, Grecia, Italia y Alemania se llevan la palma.
La selección gala figura entre las alternativas más serias. Con la capitanía de Parker, MVP de la última final de la NBA, el técnico Claude Bergeaud no ha dudado en dejar en casa a varias estrellas -Mickael Pietrus, Johan Petro- para intentar formar un equipo más compensado. Entre el base de los Spurs y el base-pívot Boris Diaw, la selección francesa es una amenaza en toda regla. Si los interiores responden, Turiaf y el Bilbao Basket Weis principalmente, volverán a ganar una medalla.
Grecia, por su parte, es la vigente campeona de Europa y subcampeona mundial. Su trío mágico Diamantidis-Papaloukas-Spanoulis mete miedo y, además, se crecen en los momentos calientes. El baño que recibieron hace un año en Saitama será un acicate para ellos.
Alemania e Italia estarán más al acecho. Nowitzky será quien marque la pauta alemana. Si juega a su nivel -MVP de la temporada regular de la NBA- y sus compañeros le echan un cable, no deberían temer a nadie.
Italia resurge e infunde respeto. Con el «Raptor» Bargnani, los jóvenes Belinelli y Mancinelli, -lástima la baja del talentoso Gallinari por lesión- y la «vieja guardia» de los Bulleri, Basile, Marconato... los de Carlo Recalcati harán sudar a quien sea.
Individualidades decisivas
El Eurobasket 2007 tiene la posibilidad perpetua de la sorpresa, aunque dependerá de las decisivas individualidades.
Selecciones como Turquía -con sus NBA Okur y Turkoglu de regreso, aunque con la baja de Erdogan- o Croacia -repleta de bajas como Vujcic o Giricek, pero bajo el báculo de un Planinic que se está mostrando inspirado- pueden romper cualquier pronóstico en un partido.
Otras selecciones dependerán en exceso de sus jugadores principales. Así, Rusia precisará que Holden y Kirilenko estén siempre al 100%, y Lituania y Eslovenia dependerán en demasía de Saras Jasikevicius y Smodis, respectivamente.
Arranca un Eurobasket apasionante, con mucho mayor margen para la sorpresa. Comienza, pues, la diversión.
Aunque la selección de Pepu Hernández sea la vigente campeona mundial y el anfitrión del Eurobasket, ello no parece garantía de éxito, al menos en las últimas ediciones celebradas.
Pese a que la Grecia de Gallis en 1987 o la mágica Yugoslavia de Petrovic, Kukoc y Divac en 1989 lograran ser profetas en su tierra, desde que Alemania ganara el Eurobasket de 1993 ningún anfitrión ha logrado el oro en casa. Turquía, en 2001, se conformó con la medalla de plata ante la Yugoslavia de Stojakovic, siendo el último anfitrión en jugar una final.
Ganar el Mundial tampoco vale para doblar. Sólo Yugoslavia logró hacerse con el oro en 1991, tras alzarse campeona del mundo en Argentina en 1990.
Por cierto, Serbia no aparece en las quinielas debido a sus ausencias -Stojakovic, Rakocevic, Radmanovic...-y su gloria parece anclada en el pasado.
No obstante, su orgullo perdura. Darko Milicic, su estrella, lo tenía claro. «Los vamos a destruir; españoles, griegos, lituanos, rusos, franceses... a todos. Si ganamos, me quitaré la camiseta y saltaré desde el techo del Parlamento».
G.
Israel, uno de los rivales más incómodos y peleones, lograba el pasado viernes el último billete. En un torneo disputado en Mahón, la selección israelí se impuso a Macedonia y a la Bosnia Herzegovina de Mirza Teletovic. Ahora estará encuadrada en el grupo A junto a Grecia, Serbia y Rusia y, aunque parezca el candidato más flojo del grupo, puede hacérselo pasar fatal a cualquiera.
La Liga ACB volverá a ser protagonista en el Eurobasket 2007, con una amplia representación que se eleva hasta 35 jugadores repartidos entre 12 de las 16 selecciones participantes en el evento. La NBA queda en segunda posición, con 24 jugadores repartidos entre los contendientes. Otras competiciones como la Superliga de Rusia o la Lega italiana tendrá 21 y 20 representantes, respectivamente.