Campeonatos del Mundo - Osaka'2007
Lagat y los relevos contribuyen al botín estadounidense
Repite como primera potencia mundial y Kenia logra un segundo puesto histórico
Miren SAENZ | DONOSTIA
Osaka clausuró ayer los Campeonatos del Mundo en una edición sin plusmarcas, aunque con el habitual dominio estadounidense tanto en el medallero como en la clasificación por puntos. A nivel de podios, Estados Unidos, que dos años antes en Helsinki con 14 oros batió su récord, igualó sus mejores resultados con el mismo número de títulos, cuatro platas y ocho bronces. En total 26 medallas, una más que entonces.
Kenia dio la gran sorpresa con la segunda posición -cinco oros, tres platas y cinco bronces-, mientras Rusia descendía al tercer puesto -cuatro oros, nueve platas y tres bronces-.
Por puntos, la tabla que contabiliza los finalistas por lo que se considera más realista de cara a demostrar el nivel de los equipos, avasalló con 249 puntos, por 191 de Rusia y 123 de Kenia.
Y es que estadounidenses y keniatas aprovecharon hasta el último instante para que les salieran las cuentas. Los vencedores cumplieron pronósticos en los dos relevos largos, pero además les sonrió la suerte con los nacionalizados. Ese fue el caso de Bernard Lagat, que obtuvo como estadounidense los títulos que se le resistían de keniata. Emulando a El Guerrouj, su verdugo, que en los Juegos Olímpicos de Atenas se apuntó el 1.500 y el 5.000, Lagat, subcampeón olímpico y mundial (2001) calcó el doblete inédito en un Mundial.
El experimentado mediofondista de 32 años, curtido en mil batallas, aprovechó la oportunidad que le brindó una carrera tediosa. Un 5.000 lentísimo, que empezó a decidirse a falta de 700 metros, después de once minutos de aburrimiento, fue la clave del éxito de Lagat convertido de repente en una de las referencias. En el 4x400 masculino, el podio al completo de la prueba individual que cerró Wariner no consiguió evitar la sequía de récords y eso que se acercó hasta los 2:55.56, tercera mejor marca de la historia. Ellos continuaron la fiesta que minutos antes emprendieron sus compañeras cediéndoles su colección de banderas de barras y estrellas.
Las más felices del 4x400 fueron la campeona de 200 metros Allyson Felix, que gracias a los dos relevos se colgaba su tercer oro, y Sania Richards, gran favorita a un 400 que no corrió víctima de la ley de los Trials.
Kenia también sacó petróleo de la última jornada que comenzó para ellos con el triunfo de Catherine Ndereba, una de las grandes damas del maratón, y siguió con el de Alfred Kirwa Yego en el 800. Este joven de 21 años ganó un oro que llevaba 14 resistiéndose a Kenia, en parte por culpa del legendario Kipketer que lo consiguió todo en la distancia aunque lo hiciera como danés. Borzakovsky, campeón olímpico, subcampeón mundial y atleta suicida, cazó el bronce por dos centésimas.
Al presidente de la IAAF, Lamine Diack, no le gustaron nada los numerosos asientos vacíos del estadio Nagai. Berlín, próxima sede en 2009, ha tomado nota.
Blanka Vlasic bailó para celebrar su primer título en un Mundial, que alcanzó gracias a sus 2,05 metros en salto de altura, para a continuación fallar en su tentativa de récord (2,10). Vlasic, de 23 años, ha ganado este año doce de sus trece competiciones y ha logrado una marca de 2,07. El título fue además para la saltadora más regular.
El senegalés Lamine Diack anunció ayer que un atleta ha dado positivo pero añadió que no se podrá confirmar la nacionalidad del implicado hasta esta semana. Se trata del primer caso que se registra en Osaka, en donde se han efectuado 1.060 controles a un total de 926 atletas.
Maryam Jamal, una etíope que corre por Bahrein, dominó el 1.500 después de volar durante 1.200 metros. La mediofondista realizó la carrera de su vida y firmó la mejor marca de la temporada tras desbancar a Soboleva que tuvo que conformarse con la plata.
Finlandia consiguió su única medalla, pero la que más desea, gracias a Pitkämäki con un último tiro de 90,33 metros. El lanzador vuelve a ser noticia esta temporada después de que en julio su jabalina aterrizara sobre el saltador Salim Sdiri aunque sin consecuencias graves.