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Atentado en la operación retorno

Una explosión en la N-232 en La Rioja y el aviso de diez más provocan el caos circulatorio

Numerosas carreteras quedaron ayer colapsadas tras anunciarse en sendas llamadas en nombre de ETA la explosión de once artefactos explosivos en plena «Operación Retorno» de tráfico. Las Fuerzas de Seguridad del Estado sólo dieron cuenta de la explosión de una de las bombas, en la localidad riojana de Fuenmayor, y no informaron de los seis artefactos comunicados al «Diario de Teruel». Las colas fueron kilométricas en los puntos afectados por los avisos.

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GARA | GASTEIZ

Un comunicante, que dijo hablar en nombre de ETA, llamó sobre las 14.00 horas de ayer a la DYA de Gipuzkoa para advertir de la colocación de cinco artefactos explosivos en otras tantas carreteras. Los artefactos, según anunció el autor de la llamada, debían estallar entre las 15.00 y las 17.00 horas.

El comunicante detalló que las explosiones se producirían en el kilómetro 181 de la A-67, a su paso por la localidad cántabra de Barreda; en el kilómetro 115 de la AP-68, cerca de Armiñón, en Araba; en el kilómetro 421 de la N-232, en Fuenmayor, La Rioja; en el kilómetro 7 de la AP-1, entre los municipios guipuzcoanos de Bergara y Arrasate; y en el kilómetro 251 de la A-1, en Rubena, localidad de la provincia de Burgos.

A la misma hora, en la redaccón del «Diario de Teruel» recibieron otra llamada, también de una persona que hablaba en nombre de ETA, avisando de que se iban a producir explosiones en otros seis puntos viales, diferentes de los que se habían anunciado en la llamada a la DYA. Según informaron a GARA desde el diario turolense, el comunicante dio cuenta de los lugares en que iban a estallar los artefactos a través de una grabación, y sólo pudieron entender la situación de tres de ellos.

Estos lugares se corresponderían con puntos de las provincias de Cuenca, Guadalajara y de una localidad aragonesa.

En plena «Operación Retorno»

Nada más producirse las llamadas, la Ertzaintza, la Guardia Civil y la Policía española cerraron el paso al tráfico de las vías afectadas por los avisos.

Este hecho, producido el ultimo día de la «Operación Retorno» de tráfico, y con miles de vehículos circulando por las carreteras, de regreso a casa tras las vacaciones estivales, ocasionó importantes retenciones y kilométricas colas, que en algunos casos se mantuvieron durante varias horas.

Así, la Guardia Civil cortó al tráfico dos puntos de la autopista AP-68, el kilómetro 11 en dirección a Zaragoza y el 119 en dirección a Bilbo, y también el tramo entre los kilómetros 420 al 429 de la N-232.

El instituto militar español también cerró la autovía A-1, entre los kilómetros 250 y 251, en las proximidades de la capital burgalesa. En esta misma provincia, también estuvo prohibido el paso a los vehículos la autopista de peaje AP-1, entre los puntos kilométricos 7 y 9.

La autovía Santander-Palencia (A-67) estuvo cortada entre los kilómetros 181 y 183, y fue una de las más afectadas, ya que se produjeron retenciones de hasta siete kilómetros. Además, en otras vías adyacentes, a las que la Guardia Civil desvió el tráfico, también se reprodujeron las largas filas de turismos, como en la Autovía del Cantábrico (A-8) en dirección a Oviedo, y en la Autovía de la Meseta, en dirección a Palencia, con retenciones de hasta cuatro kilómetros en cada una de ellas.

La Ertzaintza, por su parte, cortó el tramo de la AP-1 entre Bergara y Arrasate.

Además de cerrar las vías al tráfico, los agentes de estos cuerpos policiales registraron los puntos concretados por el comunicante que llamó en nombre de ETA a la búsqueda de explosivos, un registro en el que intervinieron también expertos en explosivos.

Explosión en Fuenmayor

A las 16.25 horas, un artefacto explotó en la localidad riojana de Fuenmayor, a la altura de la empresa Bodegas del Castillo. La bomba, según señalaron fuentes policiales, era de poca potencia, y estaba formada por entre 200 y 400 gramos de material explosivo, y no causó daños personales ni materiales, según explicó el delegado del Gobierno español en La Rioja, José Antonio Ulecia.

Ulecia, que condenó esta nueva acción armada de ETA, señaló que el artefacto explosivo estaba situado en el kilómetro 422 de la N-232, que une Gasteiz con la localidad castellonense de Vinaroz, en un talud de una zona deshabitada y apartada de la carretera y la autopista.

El tráfico se abrió en ambas vías de comunicación a las 17.55 horas, después de que se hubieran producido retenciones de hasta tres kilómetros en la AP-68 y de más de medio kilómetro en la N-232.

Al cierre de esta edición, las FSE no habían dado cuenta de ninguna otra explosión, ni en las vías citadas en la llamada a la DYA ni en las mencionadas a «Diario de Teruel», y a medida que transcurrieron las horas fueron abriendo las carreteras al tráfico rodado. A pesar de ello, a las 20.00 todavía se notaban las consecuencias en algunos de los puntos que habían sido cerrados, como las vías que unen Cantabria con otros territorios.

La explosión de Fuenmayor originó las habituales declaraciones de condena de los cargos institucionales y portavoces políticos riojanos. El presidente de esta comunidad, Pedro Sanz, declaró que «con este tipo de atentados no consiguen amedrentar a la sociedad española, que siempre demuestra mantenerse firme en sus valores democráticos frente a la amenaza de quienes quieren imponer su terror».

Desde el PSOE de La Rioja, hicieron público un comunicado en el que pidieron «de forma contundente la unidad de todos los demócratas para la lucha contra la barbarie y la sinrazón de la banda terrorista, que nuevamente intenta amedrentar y alterar la vida de los españoles».

Reunión de jefes policiales

En este contexto, el director general de la Policía española y de la Guardia Civil, Joan Mesquida, mantendrá hoy una reunión en París con su homólogo frances, para valorar el atentado de ayer en plena «Operación Retorno» e intercambiar información sobre la operación policial del sábado en Cahors.

La de ayer es la sexta acción armada de ETA contra vías de comunicación del Estado español en los últimos tres años. En otras tres ocasiones, la organización armada también aprovechó la activación de operaciones especiales de tráficos para realizar sus atentados, como el 3 de diciembre de 2004, cuanso colocó cinco artefactos explosivos en otras tantas gasolineras de Madrid, que provocaron heridas a dos policías.

En la «Operación Salida» de agosto de 2005, dos bombas de ETA estallaron en sendas carreteras de Toledo, y el 6 de diciembre de ese mismo año, otros cinco artefactos explotaron en diferentes vías del Estado.

Este año han explotado dos bombas al paso del Tour por Nafarroa, y el 9 de marzo de 2006, tras la muerte de los presos políticos Igor Angulo y Roberto Sáiz, la organización armada puso cuatro bombas en diferentes carreteras de Burgos, Cantabria y Nafarroa.

SIN NOTICIAS

La mayoría de los medios y agencias de comunicación no informaron de que en «Diario de Teruel» habían alertado de seis explosiones diferentes a las anunciadas a la DYA. Las Fuerzas de Seguridad del Estado tampoco informaron de esos seis artefactos.

MESQUIDA

El responsable de la Policía española y de la Guardia Civil, Joan Mesquida, se va a trasladar hoy a París para analizar en el Ministerio del Interior, con su homólogo francés, el atentado de ayer, así como la operación policial del sábado.

MOVILIZACIONES

Al igual que en la tarde de ayer, hoy también habrá movilizaciones en protesta por las detenciones del sábado en las localidades de los cuatro ciudadanos vascos arrestados. Será a las 19.30 en Tolosa y Gros, y a las 20.00 en Etxarri Aranatz y Orozko.

Los detenidos en Cahors serán trasladados hoy a París

Luis Iruretagoiena, Ander Mujika, Alaitz Aramendi y Oihan Barandalla, los cuatro ciudadanos vascos que fueron detenidos por la Policía francesa el sábado por la mañana en una vivienda de Cahors, permanecieron durante toda la jornada de ayer en la citada localidad. Sin embargo, la agencia EFE señaló, citando a fuentes de la investigación, que se espera que hoy serán trasladados a las dependencias de de la Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial en París, donde podrían seguir incomunicados hasta el miércoles.

Según aseguró el fiscal francés Jean-Michel Bourles, en la vivienda en la que se produjeron las detenciones se habrían encontrado treinta detonadores, una bomba-lapa y alrededor de 350 kilos de material para fabricar explosivos. Asimismo, las agencias afirmaron que la Policía francesa habría incautado dos vehículos robados.

Por otro lado, ayer se volvieron a realizar varias movilizaciones para protestar por las detenciones de estos cuatro ciudadanos vascos en sus respectivas localidades. En Orozko, por ejemplo, municipio del cual es natural Alaitz Aramendi se movilizaron 120 vecinos. Para hoy también se han convocado protestas como la que se realizara a las 19.30 en la plaza Triángulo de Tolosa y en la plaza Pinares de Gros, y media horas más tarde en Orozkoy en Etxarri Aranatz. GARA

DESDE EL INTERIOR

Los detenidos el sábado en la localidad francesa de Cahors pudieron gritar lemas como «Borroka da bide bakarra» y en favor de ETA, desde el interior de la vivienda en la que fueron arrestados, y a la que habían sido conducidos para participar en el registro.

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