Coleman destacó tras la eliminación que el árbitro había condicionado todo y se mostró comprensivo con la reacción de Skoubo
La expedición volvió de Las Palmas molesta con su partido y el arbitraje
Skoubo fue expulsado con roja directa por insultar gravemente al colegiado, con lo que por lo menos será baja el domingo ante el Poli Ejido, partido que sí podrá disputar Xabi Prieto, ya que su expulsión fue por doble amarilla, como las de Juantxo Trecet y Josu Busto
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
La expedición de la Real Sociedad llegó a última hora de la tarde de ayer a Zubieta muy molesta sobre todo con su pésimo partido, pero también con el arbitraje del madrileño Hevia Obras, que expulsó a cuatro realistas: los jugadores Morten Skoubo y Xabi Prieto, el delegado Juantxo Trecet y el masajista Josu Busto. De todos ellos el único que vio roja directa fue el danés, que insultó gravemente al árbitro al llamarle «hijo de....», con lo que será baja segura el domingo ante el Poli Ejido y probablemente en alguna jornada más, a pesar de que se reflejó en el acta que el delantero fue a su vestuario tras el partido a pedirle perdón por el insulto.
Había expectación tras la eliminación por conocer la redacción del acta. Tanto el delegado Juantxo Trecet como Xabi Prieto esperaron en la puerta del vestuario del árbitro tras el partido para conocer las justificaciones de sus expulsiones y para hablar con él. Se temía incluso que el donostiarra también podía haber sido expulsado con roja directa, pero el acta deja claro que fue por dos amarillas, una por protestar tras recibir una falta y la segunda por abandonar el banquillo. Su sanción no afecta a la Liga, sino al próximo partido que juegue en la Copa.
Coleman, crítico con el árbitro
Coleman se mostró comprensivo con la inaceptable actitud de Skoubo, que primero pegó un patadón al balón hacia donde estaba el árbitro, lo que le costó la tarjeta amarilla, y después le insultó y fue expulsado. El técnico galés señaló que «fue objeto de penalti por un agarrón y, como el árbitro no pitó, se sintió impotente. Ha perdido los nervios, pero se comprende ese momento de tensión y la forma de actuar del jugador. La actuación del árbitro no ha sido la mejor que se podía esperar».
Juantxo Trecet también vio dos amarillas por pedir falta a Riesgo en la jugada del gol y Josu Busto por decir a dos componentes del cuarteto arbitral si le iban a operar en el campo a un jugador canario harto de la cantidad de tiempo que perdieron los locales durante el partido.
Xabi Prieto se mostraba muy molesto tras el partido con el árbitro: «Me he quedado a hablar con él porque tenía ganas de decirle muchísimas cosas. Ha ido a por mí porque estaba encrespado conmigo desde la primera parte, en la que me sacó la amarilla simplemente por decirle a ver qué pasaba. Tras la expulsión le he visto muy caliente a Morten discutiendo con un señor y he ido tranquilizarle y me han venido un par de jugadores del Las Palmas, que me han agarrado. Yo no he hecho nada y cuando me iba al banquillo me estaba expulsando. La verdad es que no lo entiendo. Nos ha faltado el respeto en todo el partido y eso nos deja muy mal».
El donostiarra, sin embargo, admitía la pésima imagen del equipo: «El partido se puso de cara con la expulsión, pero después han marcado su gol y no hemos sabido atacarles. El domingo llega otro partido. Lo importante es la Liga y ahí no vamos a tener excusas».
Un partido que podrá jugar Xabi Prieto, al que cabe esperar que Chris Coleman comience a alinear en su puesto porque es el jugador con más capacidad de desborde del equipo. En los tres partidos disputados el jugador que más ha desequilibrado ha sido él en la media hora que jugó en la derecha ante el Castellón y parece más lógico que juegue en su puesto, con la posibilidad de que Estrada actúe en la media punta para aprovechar su mejor nivel defensivo y su llegada y olfato goleador.
También Gerardo se mostró crítico con el colegiado al pedirle que «por lo menos, que se muestre con educación. Nos ha faltado el respeto. Se puede equivocar, pero no tratarnos así sin respeto. Ni nos miraba. Hacía tiempo que no recibía ese trato en un campo. Eso no sirve de excusa porque el partido lo perdimos nosotros. Pero es cuestión de orgullo y le he dicho tres o cuatro cosas tras el partido hablando bien».
Riesgo se quejó especialmente de la jugada del gol del Las Palmas: «Me ha agarrado un jugador del Las Palmas y por eso me he caído. Ha sido falta clara porque no me pueden ni tocar».
Ansotegi volvió tocado
Al margen de la baja por sanción de Skoubo para el partido del domingo, la eliminatoria de Copa en Las Palmas dejó secuelas en el aspecto físico para Jon Ansotegi, que sufrió una contusión tras un salto y sufre fuertes dolores en los tendones de un pie. Consiguió acabar el partido, pero lo normal es que el dolor aumente. Hoy se comprobará su evolución en la vuelta de la Real a los entrenamientos a las seis de la tarde en Zubieta.
Skoubo pidió perdón al árbitro tras el partido para intentar que su sanción sea la menor y también pidió perdón ayer a la afición al llegar a Zubieta, pero la gravedad de su insulto invita a pensar que puede caerle más de un partido hoy.
Los dos hombres más importantes del vestuario realista, Mikel Aranburu y Gaizka Garitano, fueron los que menos hablaron del árbitro y más de lo que debe corregir este equipo. Así el capitán blanquiazul admitió que «tranquilo no estoy. No voy a decir que no tengo esperanzas de hacer un buen año, pero hay que tener un punto de preocupación. Para hacer las cosas bien se necesita eso. El vestuario está triste cuando no ganas contra diez, pero seguro que el domingo le daremos la vuelta a la situación».
El azpeitiarra añadió que «el partido se ha puesto de cara con la expulsión de un jugador suyo en el minuto 2 y en un corner nos metieron el gol. Desde ahí hemos sido incapaces de crear más que dos ocasiones claras. Contra diez no hemos tenido oportunidades claras de empatar y no hemos merecido más de lo que hemos conseguido. Hemos sido incapaces de tener paciencia y mover el balón porque estaban con uno menos. Ha habido muchas interrupciones, sin continuidad, en cada jugada se quedaban en el suelo y entraba el masajista. Nuestra labor era darle ritmo y no hemos podido».
En la misma línea Gaizka Garitano señalaba que «jugamos contra diez y no encontramos la forma de hacer ocasiones. Nos falta confianza y acertar en el último pase y en la definición. Debíamos haber ganado al jugar todo el partido contra diez. En el primer tiempo tenemos el balón, pero no hacemos ocasiones para tener ellos diez. En la segunda no se ha jugado nada con las interrupciones y al final se nos ha ido la cabeza».
ITURRIA