Los malos datos del paro en Estados Unidos reavivan el miedo en Europa
El mal dato del desempleo en Estados Unidos provocó la alarma en los mercados europeos y acrecentó el temor de que la crisis hipotecaria se extienda y alcance a la economía real a ambos lados del Atlántico. Las bolsas europeas registraron bajadas generalizadas tras conocerse que la tasa de paro de EEUU se mantuvo en el 4,6% cuando se esperaba una creación de más de 100.000 empleos.
GARA |
El miedo a que se extienda la crisis financiera provocada por las hipotecas basura en Estados Unidos aumentó ayer tras conocerse los datos del paro en la economía estadounidense. El pasado jueves, el Banco Central Europeo (BCE) ya había dejado claro que no se conoce bien el alcance que puede tener la crisis. Como consecuencia, aparcó su política de aumentar los tipos de interés hasta estudiar la situación y recabar más datos, y dejó el precio del dinero en 4%.
El dato de ayer no dio alas al optimismo. La tasa de desempleo de Estados Unidos se mantuvo en agosto estable en el 4,6%, aunque la creación de empleo no agrícola sufrió un descenso de 4.000 puestos de trabajo respecto al mes anterior, su primera caída en cuatro años
El dato es aún más negativo en tanto en cuanto los analistas preveían que la economía tendría en agosto una ganancia de más de 100.000 empleos.
Los mayores retrocesos en la creación de empleo se registraron en el sector de la construcción, manufacturas y transportes, mientras que en el sector financiero se mantuvo sin variaciones significativas.
La debilidad en la creación de puestos de trabajo refleja la crisis de la vivienda, así como las dificultades en los mercados de crédito y financieros, lo que lleva a las empresas a desempeñar sus políticas de contratación con mayor cautela. De hecho, se espera una oleada de despidos, sobre todo en el sector financiero estadounidense, algunos de los cuales ya han empezado a producirse.
Lo que empezó siendo una crisis motivada por la concesión de hipotecas de elevado riesgo empieza a trasladarse a la economía real. La caída en el empleo es el indicio más claro hasta ahora de que la recesión iniciada hace 18 meses en el sector inmobiliario y las turbulencias de los mercados financieros tienen un impacto más amplio en la economía.
Reacción en Europa
No contribuyó a calmar los ánimos la perspectiva del antiguo presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, quien sugirió que la burbuja inmobiliaria que sufre el país no se puede desinflar modificando los tipos de interés y comparó las turbulencias financieras que está creando con las crisis de 1987 y de 1998.
La reacción en las bolsas europeas fue inmediata. Todos los mercados cerraron con pérdidas y los bancos fueron quienes lideraron las caídas. El Ibex 35 se dejó el 2,29%, hasta 13.873,40 puntos, perdió el soporte de los 14.000 puntos y entró en pérdidas anuales, apuntando ya a los mínimos de marzo pasado de 13.600 puntos. El CAC-40 de París perdió un 2,63%, por lo que cayó por debajo de la barrera psicológica de los 5.500 puntos.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, afirmó que no estaba «totalmente sorprendido» por la caída del empleo en agosto en vista de los problemas del mercado de vivienda y la menor contratación del Gobierno, pero sigue viendo «saludable» a la economía.
Sin embargo, no demostró mucha credibilidad, ya que, ante estas declaraciones, las bolsas empezaron a bajar aún más Por otro lado, la repentina debilidad demostrada por la creación de empleo en agosto podría fortalecer la postura de aquellos que ven una inminente reducción de los tipos federales de interés en EEUU, actualmente en el 5,25%, ya que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, había utilizado la fortaleza del empleo como uno de los argumentos fundamentales para mantener la política monetaria.
IndyMac, la segunda compañía de hipotecas más grande de EEUU reducirá un 10% su plantilla. Otras dos empresas, Lehman Brothers y National City Corporation of Cleveland, recortarán 850 y 1.300 empleos, respectivamente.
El FMI revisará a la baja sus previsiones de crecimiento para 2007 y 2008 tras la crisis hipotecaria. Cree que «también habrá algún impacto en el área del euro», pero recordó que, incluso en EEUU, las empresas siguen obteniendo beneficios.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) inyectó ayer otros 2.000 millones de dólares al sistema monetario del país, mediante operaciones de recompra de deuda pactadas a tres días de plazo. Tras nueve días consecutivos de inyecciones de liquidez, el banco central ha introducido 46.750 millones de dólares (incluyendo la inyección de ayer) durante esta semana y otros 31.750 millones la anterior. Pese a ello, la economía no da muestras de reaccionar. La deuda adquirida, a un tipo de interés máximo de 5,13% y con vencimiento a tres días, estaba respaldada por títulos del tesoro y de agencia, pero no por créditos hipotecarios. El sector hipotecario atraviesa una crisis de falta de efectivo que está afectando a los mercados financieros, debido a la gran cantidad de hipotecas de alto riesgo (subprime), a la ralentización de los precios de las viviendas y a la consiguiente pérdida de confianza por parte de los inversores. La compra de instrumentos financieros es la principal herramienta con la que cuenta la Reserva Federal para inyectar liquidez en el sistema y contribuir así a mantener los tipos de interés interbancarios cerca de su objetivo, que ahora se sitúa en el 5,25%.
