Después de que el PSN cediera, por orden directa del PSOE, la presidencia del Gobierno de Nafarroa a UPN, las formaciones lideradas por Carlos Chivite y Miguel Sanz volvieron a escenificar ayer su buena sintonía al dar cuenta del acuerdo alcanzado para gobernar la Mancomunidad de Iruñerria. Un pacto que cede la presidencia de este órgano a Javier Torrens (PSN) y que, según argumentaron, tiene como objetivo «rebajar el nivel de enfrentamiento político».

Representantes de ambos partidos, así como del grupo de independientes que también se han sumado al acuerdo, comparecieron en rueda de prensa para explicar que, una vez suscrito el pacto, se constituirá «una comisión técnica y política» que, en un plazo de dos a tres meses y en coordinación con el Gobierno navarro, redactará el programa de gestión de la Mancomunidad para los próximos cuatro años.

«Lugar de encuentro»

Torrens apuntó a este respecto, que pretende que la Mancomunidad de Iruñerria sea «más que un foro de enfrentamiento político», un «lugar de encuentro para la resolución de los problemas».

Este acuerdo entre UPN y PSN ha sido duramente criticado por NaBai e IUN, ante lo que Torrens replicó que entiende que en la coalición liderada por Patxi Zabaleta haya «cierta frustración».

Destacó también que en el pacto municipal entre PSN y NaBai ya se contemplaba la presidencia de la Mancomunidad para el PSN, y calificó el acuerdo con UPN y los independientes de «realista» y el más adecuado para llegar a consensos con el Gobierno de Nafarroa.

También señaló que cuando en su partido descartaron llegar a acuerdos con ANV, apostaron al mismo tiempo por llevar a cabo «una oposición constructiva y no de bloqueo» a la labor de UPN.

Desde este partido, Juan Luis Sánchez de Muniain también se congratuló por el acuerdo alcanzado con PSN.