Cuatro meses después de recibir en las urnas un claro mandato para dirigir por tercera vez consecutiva al Gobierno irlandés, el primer ministro, Bertie Ahern, vé como resurge el caso de su supuesta corrupción urbanística en los años noventa.

Su ex compañera sentimental, Celia Larkin, testificó que Ahern le dio un maletín con 30.000 libras esterlinas (unos 44.000 euros) para ingresarlos en su cuenta bancaria en 1994, cuando el actual primer ministro ocupaba la cartera de Economía.

La declaración de Larkin contradice en varios puntos dos comparecencias anteriores de Ahern, quien sí reconoce que recibió esa cantidad de Michéal Wall, un empresario afincado en Manchester (Gran Bretaña).