Igor Astarloa entrena, pero no volverá a competir en 2007, tras sufrir una toxoplasmosis, una infección parasitaria conocida como la enfermedad del gato.

El Milram ha confirmado al ermuarra que ya no correrá más esta temporada, según nos confirmó ayer el propio Astarloa. El vizcaino, campeón del mundo en 2003, aprovechó la disputa de la Vuelta para visitar a su equipo en Logroño y entonces decidieron poner el punto y final a un 2007 para olvidar, a pesar de que la bacteria ha desaparecido en las últimas analíticas.

Y es que la última carrera que disputó fue el prólogo de la Dauphiné Liberé, el pasado 11 de junio. Una analítica le confirmó que sufría una toxoplasmosis. Es una afección que se produce por la ingesta de carne poco cocinada, verduras, aguas, huevos o leche contaminados por este parásito, por ejemplo.

El vasco por fin conoció la razón de su bajo rendimiento. Sus malas sensaciones comenzaron en la Vuelta al País Vasco. No terminaba de encontrar la forma y estuvo muy por debajo de lo esperado en las clásicas, Amstel, Flecha y Lieja y causó baja en el Giro.

Se tomó un periodo de descanso pero no levantaba cabeza. A pesar de todo, decidió disputar la Dauphiné Liberé cara a su posible participación en el Tour hasta que le confirmaron su enfermedad. Ya ha terminado el tratamiento y entrena suave, pero no está como para competir y visto lo que queda de temporada han decidido que no corra más. Con un año más de contrato, ya piensa en 2008.