Adiós de Imaz sin certeza de cambio
El presidente del EBB del PNV, Josu Jon Imaz, anunció ayer su renuncia a buscar la reelección en el cargo y su intención de abandonar la primera línea de la vida política. Imaz dio a conocer su decisión mediante el envío de una carta a determinados medios de comunicación. Si el medio es el mensaje, la primera apreciación a realizar es que el líder más efímero con que ha contado un partido con 112 años de vida se ha ido tras intentar, sin éxito, dar oxígeno en la prensa a un proyecto político con un alto grado de cuestionamiento dentro de su propio partido.
El liderazgo de Josu Jon Imaz nació seriamente lastrado por las vicisitudes del proceso que llevó a su elección, en 2004, pero ese cisma no ha hecho sino acelerarse desde entonces, y de una forma muy evidente tras el colapso del proceso político abierto más tarde; un proceso llamado a situar a este país ante una de las opciones más claras para superar el conflicto político y abrir un escenario de normalización democrática.
El papel jugado en la mesa de diálogo por el PNV bajo la dirección de Imaz, de secundar el veto del PSOE a una solución basada en el derecho a la decisión y que abarcara a los cuatro territorios del sur vasco, no fue bien entendido dentro del partido. A aumentar ese malestar contribuyeron los pobres resultados cosechados por el PNV en los comicios del 27 de mayo y las complicaciones añadidas de unos pactos postelectorales que no han colmado, al menos de momento, la ambición de Imaz de recomponer los acuerdos con el PSOE.
Imaz se va dejando un escenario de ruptura del proceso en el que el PNV tiene una alta cuota de responsabilidad, y se va dejando un partido que, antes y hoy, hace de la gestión del poder y de la defensa de los intereses económicos asociados el pilar de su conducta. A ese PNV le corresponde decidir si elige otro rostro para seguir la senda de pacto y acomodo -que no es patrimonio exclusivo de Imaz- o se dota de un liderazgo que asuma la prioridad política de crear nuevas condiciones para alcanzar la paz y construir la nación vasca.