Los sumarios puestos en marcha bajo la famosa afirmación de «todo es ETA», que han propiciado detenciones, torturas, encarcelamientos, juicios, condenas... en definitiva la criminalización de las ideas, siguen su marcha. Así, y aunque aún no se ha dado a conocer la resolución del tribunal que juzgó a los imputados en el sumario 18/98, ayer se conocieron las peticiones de castigo para el sumario contra Udalbiltza, que es uno de los próximos juicios a celebrarse. Meses después de finalizadas las sesiones de la vista oral, los imputados en el sumario 18/98 no dejan de recibir muestras de solidaridad y de plantear iniciativas con las que prentenden ir más allá de su propio caso, para dejar claro que ni su sumario ni los que le precedieron y le sucederán hubieran existido de no ser por la existencia de una estrategia política de criminalización del movimiento independentista vasco. Ahora plantean movilizaciones para que se visualice que esa estrategia tiene como objetivo el conjunto de ideas y organizaciones que el Estado español sitúa en la órbita soberanista, y que sus responsables son una serie de estamentos institucionales y políticos que, si bien en diferente grado, han puesto su grano de arena para que estas políticas criminalizadoras hayan podido desarrollarse.