Josu Jon Imaz anuncia que deja la política
La ponencia evidencia el malestar jeltzale con la actuación de EB y EA
I.B. | GASTEIZ
La ponencia política aprobada el lunes por el EBB del PNV de forma unánime, que a la vista del desarrollo de los acontecimientos no se ha decantado por las posiciones que mantenía Josu Jon Imaz, abre las puertas a nuevos pactos de la formación jeltzale ajenos al tripartito, y acusa a las formaciones todavía aliadas de alejarse de la senda iniciada hace años conjuntamente.
Es en el apartado en el que se realiza un análisis de coyuntura, donde además de sostener que se ha agotado «el ciclo de ETA» y otro «ciclo en la política española», se anuncia «el fin de la estrategia de bloques en la política vasca». En ese párrafo, además de citar las «notables fisuras» entre el PP y el PSOE, se mencionan «los desmarques del cauce central que representa el nacionalismo institucional, en previsión de un nuevo y próximo escenario post-ETA que abre un nuevo panorama que debemos analizar atentamente».
Con esta mención, los redactores del documento aluden de forma implícita a sus socios del tripartito, y dejan en evidencia el malestar existente en las filas jeltzales con la forma de actuar de EA y Ezker Batua.
A continuación, en esta misma línea, se valora que «las perpectivas políticas, tanto en las filas socialistas como en la autodenominada izquierda abertzale viendo cercana una alternativa institucional `a la catalana' que otros partidos como EB y EA miraban con expectación, apoyan nuestra lectura de que se abre un nuevo tiempo en la política vasca». De esta forma, se pone sobre la mesa la posibilidad de llegar a acuerdos diferentes a los alcanzados en los últimos tiempos.
Fórmula ambigua
El texto menciona también unos principios ideológicos básicos que, leídos con detenimiento, recogen de forma casi textual los contenidos en las ponencias de 2000 y 2004.
En lo que hace referencia a una eventual consulta popular -un tema que ha sido causa de públicos rifirrafes en el seno del partido y también con sus socios de Lakua-, la ponencia mantiene una literalidad ambigua, ya que no concuerda con el contenido del acuerdo de gobierno suscrito con EA y EB, pero al mismo tiempo de aleja sustancialmente de las tesis defendidas por Imaz en recientes artículos, especialmente el publicado el 15 de julio en el grupo Vocento y en «Deia».
Entonces, el presidente del PNV se mostraba contrario a la celebración de una consulta, y menos si se configuraba como «una agrupación de fuerzas», sin embargo, en el documento político recientemente aprobado, además de marcarse como objetivo «la consecución de un acuerdo que sea fruto de un amplio consenso entre las formaciones políticas y de las Instituciones de Euzkadi y el Estado», se afirma también que «sería deseable, ante posibles situaciones de bloqueo, que fuera la propia sociedad vasca quien, a través de un instrumento democrático como es la consulta popular, validara un proceso que nos permita superar los obstáculos existentes y que comprometa a todos a respetar la voluntad popular».
Los afiliados del PNV tienen de plazo hasta mañana para poder presentar a través de la recogida de firmas, candidatos a la presidencia del EBB. Cada aspirante necesitaría de la firma de cien miembros del partido, según informaron ayer fuentes de la formación jeltzale.
Estas mismas fuentes aseguraron que su intención es consensuar una lista para conformar la Ejecutiva antes de que se produzcan las votaciones en las asambleas, tanto municipales como de herrialde, de forma que a diferencia de la última cita electoral, no se produzca una pugna entre las diferentes sensibilidades. De hecho, el anunció del presidente, Josu Jon Imaz, no es más que el último capítulo de aquel duelo que se saldó con una pírrica victoria del ayer dimitido.
La primera vuelta de las votaciones en las asambleas municipales se celebrará durante 15 días en el mes de octubre, y en ella se pueden proponer, de nuevo, aspirantes a la presidencia del partido. De esta forma, se elegirá entre los candidatos planteados por los propios afiliados y los de las asambleas.
Una vez concluidas las votaciones, se abre un periodo para que la Comisión Nacional de Garantías y Control subsane errores, antes de la segunda vuelta, que será en noviembre. El proceso finalizará entre el 1 y el 2 de diciembre, cuando se celebre la Asamblea Nacional.