Sánchez Flores respondió ayer a Asier del Horno. El técnico che salió al paso de las declaraciones en las que el gallartino aseguraba estar «encantado de volver al Valencia en caso de que haya otro entrenador». Es cierto que el Valencia le paga el 40% de su ficha, pero no lo es menos que el jugador debería mostrar algo más de respeto por su actual club, y se supone que de toda la vida, como es el Athletic. Ante ello, Quique respondió que en caso de que él hablase, la situación «sería muy perjudicial para el jugador».

Asimismo, se pueden considerar sumamente desafortunadas prácticamente todas las declaraciones que Del Horno ha hecho desde su retorno a Bilbo. Primero, en su presentación, en la que se manejó con bastante soltura en euskara, donde hizo hincapié en su intención de volver a la selección española. Más tarde, con las mencionadas afirmaciones sobre una hipotética vuelta a Mestalla.

El jueves llegó el remate, cuando sin motivo lógico ni explicación alguna, Del Horno optó por no responder a los medios en euskara. Una situación lamentable, una falta de respeto a un idioma que demostró hablar correctamente en su puesta de largo, y una salida de tiesto que deberá de explicar convenientemente ante la masa social del Athletic. Si no, deberá ser el propio club quien adopte las medidas que estime oportunas.

Ante este panorama, lo más adecuado para la imagen del de Gallarta ante el entorno rojiblanco será limitarse a hablar lo menos posible, centrar todas sus palabras en el Athletic y usar el euskara con normalidad. La otra salida, tomar el mismo camino que Yeste -cosa que no tiene pinta de ser consentida desde Ibaigane-, y optar por no hablar ante los medios aludiendo el «en ocasiones es mejor no abrir la boca y parecer...». Ya me entienden, ¿verdad?