Sólo el sorteo copero quebró la calma con que se prepara el choque frente al Nástic
A.U.L. | EIBAR
En una semana marcada por la calma, el sorteo copero captó ayer toda la atención en Ipurua. También la desilusión, no tanto por el rival -no había preferencias en ese sentido-, sino por el largo desplazamiento que supondrá la visita al Elche para un equipo que ya tiene suficientes horas de autobús con sus compromisos ligueros.
En este caso, además, hay que tener en cuenta que los azulgranas visitan tres días antes al Cádiz, lo que, en principio, se traducirá en un ministage lejos de casa. Lo contrario supondría recorrer más de 3.500 kilómetros en apenas cuatro o cinco días.
«No habríamos elegido esa opción -reconocía Javier Mandiola-, pero es lo que hay, así que iremos y una vez de ir, no iremos de paseo, iremos a competir». Y es que el técnico azulgrana no resta un ápice de importancia a una competición que puede reportar bonitos premios. «Si queremos ganar la Copa, algún partido tendremos que jugar fuera-bromeó-. Una competición se juega para ganar, aunque la realidad te ponga luego en su sitio. Pero si pasas la eliminatoria, te puede tocar luego uno grande», recordó.
Competitivos
Los armeros, con todo, prefieren centrarse por ahora en la visita del Nástic. Un equipo, en palabras de Manix, «complicado. Es el mejor equipo de los que yo he visto hasta ahora. Pero vamos a confiar en nuestras posibilidades porque estamos bien y suficientemente capacitados para ser competitivos», confió el entrenador eibarrés.