Pongamos el caso. «Los Soprano» es la mirada hacia dentro de una familia. Las mafias son siempre un gran monumento a la familia. Todo estamento de poder se fundamenta con pilares básicos familiares. La propiedad privada se transmite por vínculos familiares. Las grandes empresas tienen una columna vertebral familiar. Las monarquías son la expresión totalitaria de la familia como hilo conductor de una historia aberrante de la humanidad. En la televisión la familia es una de las máximas fuentes de inspiración, una suerte de tema transversal.

Parece claro que la familia se ha ido transformando, que es la institución más camaleónica de todas las que sustentan el sistema de valores. Las familias ya no son únicamente sagas piramidales, ni son las únicas células donde se perpetúa la especie, pero siguen siendo esos lugares de retorno, de cita notarial, de iniciativa crepuscular, un lugar común, un reducto, un terreno abonado para la neurosis, para la subjetividad, para la precaución contra el exterior. Tanto la familia que reza como la que baila.

Sin embargo si uno se fija en las series, en los chistes, en los gags... las familias, especialmente las parejas, son un infierno. Sin llegar a lo más radicalizado, la violencia de género extrema, de la que no hay día que no nos den referencias datadas y con certificado forense, sino que si uno intenta analizar desde una posición de sereno escepticismo el relativo éxito de «Escenas de matrimonio», solamente podemos encontrar algo que remotamente nos remita a una tendencia irremediable hacia el masoquismo. Las tres parejas que aparecen se están constantemente ridiculizando, agrediendo, cada miembro forma parte de la pesadilla del otro. Y sin embargo nos causan risa, aunque la verdad es que deberían dar pena. ¿Por qué siguen juntos? ¿Por qué tiene tanta audiencia estas barbaridades tan antifamiliares?

Ayer se estrenó en Antena 3 una nueva serie que lleva un titulo trampa: «La familia Mata», que si le ponemos una coma detrás de familia y quitamos la mayúscula nos da un mensaje claro. Me vienen una oleada de series con la palabra familia en el titular y casi todas incitaban al uso de preservativos. Sin tesis ni hipótesis.