El próximo 1 de octubre, Luis Solar cogerá las riendas de la cantera rojiblanca. A partir de esa fecha, el ex director de Deportes de la Diputación de Bizkaia y del servicio municipal de Deportes del Ayuntamiento de Bilbo pasará a ser el nuevo coordinador general de Lezama.

Solar, además de haber ocupado ese cargo en el ente foral, fue director del IVEF y dispone del título de entrenador de balonmano. En definitiva, que la nueva Junta pondrá en manos de una persona inexperta y ajena al mundo del fútbol, tanto profesional como base, la responsabilidad de dirigir la que debería ser la piedra angular de cualquier proyecto deportivo en clave rojiblanca.

En un principio, Solar iba a llevar a cabo estas funciones en compañía de Iñaki Urkijo. Pero el bermeano, agente de jugadores como Luis Prieto, apenas duró veinte días en el cargo y tras su renuncia arremetió duramente contra García Macua.

Llama la atención que la Junta Directiva escoja a una persona procedente del ámbito político para estas funciones, después de que el presidente menospreciara, tildándole de «gurú», a Horst Wein en campaña. Si bien es cierto que el alemán pecó de soberbia y de no conocer el entorno en el que se movía, tanto él como Julián Martínez García, hombre de Javier González para Lezama, tienen un currículum que para sí quisiera Solar.

Al parecer, una de las razones de peso para su designación para dirigir Lezama podría ser la presencia de Joseba Intxaurraga en la directiva del conjunto rojiblanco. El ex edil jeltzale en el Consistorio bilbaino pasó a regir los destinos de la Fundación Bizkaia Bizkaialde durante la presencia de Solar al frente del apartado de Deportes. Dicho organismo es un ente destinado a la gestión de los fondos públicos y privados para el deporte en Bizkaia. Una entidad de la cual el Athletic es patrocinador.

Asimismo, Intxaurraga, mano derecha de García Macua, es el principal impulsor del proyecto piloto de Centro de Alto Rendimiento que pretende poner en marcha el Athletic a través del colegio La Salle. Un centro de corte católico y donde no se imparte el modelo D, con lo cual se ataca directamente tanto contra el perfil lingüístico de los jugadores de Lezama como contra la libertad de elección de los padres. Una falta de respeto más que considerable hacía el euskara y hacía las familias de los chavales.

Ante semejante elección, cabe señalar que en el panorama futbolístico vasco existen profesionales suficientemente cualificados para dirigir la escuela de Lezama. Así, en el subconsciente colectivo afloran varios nombres como los de Xabier Azkargorta, Mikel Etxarri y, sobre todo, Paco Aiestaran.

El goierritarra acaba de romper el vínculo que le unía a Rafa Benítez en el Liverpool y su futuro ha quedado en el aire. Ante ello, y siendo una pieza tan codiciada y prestigiosa, el Athletic debería realizar algún tipo de movimiento para incorporar al beasaindarra.

Otros modelos

El panorama mundial tampoco queda exento de profesionales de primer nivel en el trabajo con jugadores jóvenes. Tan sólo hace falta reparar en éxitos como los de las categorías inferiores de la selección mexicana, las canteras de Auxerre, Nantes o Girondins en el Estado francés, por no hablar del modelo nórdico.

Sin embargo, tras el anuncio de García Macua pocos días después de ganar las elecciones de renunciar a la figura de director deportivo -pese a que en campaña había anunciado su intención de contar con «un hombre con ofertas de Champions»- y el nombramiento de Luis Solar, no parece que ningún otro profesional del fútbol vaya a aterrizar en breve en Lezama.

De lo que no cabe ninguna duda es que un club de cantera como el Athletic necesita profesionales de elite en su estructura de fútbol base. Y desde luego, lo que supone un error mayúsculo es nombrar a personas en base al trabajo en común mantenido en facetas ajenas -y relacionadas con la política- a la labor de cantera de un equipo de elite. Menos en un equipo que cuenta con un mercado de 3 millones de habitantes y en el que acertar en la base es clave.